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TESTIMONIOS DE QUIENES NO LLEGARON ABORTAR |
MUJER SALVA SU VIDA POR NO ABORTAR
Eduardo Rodriguez Vilches
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Luego de 20 años desde que rechazó la
propuesta de los doctores para abortar a su
hijo y salvar su vida, una mujer en Arizona
recibió un exitoso transplante de riñón
proveniente de un donante muy especial: su
propio hijo.
En 1980, Robyn Bowen acudió a la Clínica
Mayo, en Rochester, para ser atendida de una
enfermedad al riñón mientras estaba
embarazada de su hijo Brandon. "Los doctores
aquí me dijeron que no debía ser mi primer
interés llevar el embarazo hasta el final, y
que no me podían garantizar que continuar
con el embarazo no me pondría en peligro de
muerte", explicó Bowen, y agregó que no dudó
nunca de mantener al niño, sin importar lo
que pase. "Supe desde el primer día que Dios
me había bendecido al permitirme tener a
Brandon", comenta la madre. Robyn dio a luz
y continuó con su vida de diálisis y
medicamentos, pues aunque la posibilidad de
un transplante permanecía, se necesitaba un
donante adecuado.
Veinte años después de su alumbramiento,
Brandon se ofreció de voluntario. "Mi cuerpo
no es realmente mi cuerpo -afirma Brandon-,
a lo que me refiero, es que éste no es mi
riñón realmente. Es como el deseo de Dios y
algo que necesitaba hacer". Su madre afirma
por su parte que "él estaba muy seguro de
que eso era lo que Dios quería que hiciera,
por lo que fue el único motivo por el que le
permití hacerlo". "Tu no sabes lo que la
vida de un niño pueda lograr en el futuro",
agrego Brandon. "El podria ser el
presidente, o tal vez podría encontrar la
cura para el cáncer o algo así. Uno nunca
sabe. Yo solo pienso que todo niño debería
tener una oportunidad", añadió el joven y
explicó que se siente muy agradecido de la
oportunidad que Dios le dió de vivir, y
ahora, de darle una nueva vida a su mamá.
Fuente: Hispanidad 16-07-2001 Numero: 1260
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Testimonio de James...
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Quisiera contarles una historia acerca de una mujer
que conozco. Lucía a los veinte años conoció a
Joseph el hombre con el cual se casaría. Juntos esta
mujer y su esposo decidieron que la familia ideal
que construyeran tendría, dada la gracia de Dios,
exactamente tres niños. Luego de 11 años juntos,
Dios proveyó
de acuerdo a sus deseos y bendiciones.
Les dio tres saludables niños! Dos niños y una niña
intermedia.
Cuando los niños tenían 7, 4 y 2 años de edad, Lucía
sintió los efectos físicos familiares de nuevo -
ella creía que podría estar embarazada por una
cuarta vez. Visitó a su doctor para confirmar el
embarazo que sospechaba y fue a un examen de rutina.
Lucía estaba embarazada pero esta vez el doctor
descubrió un problema y la hospitalizó
inmediatamente. Ella tenía un cáncer creciendo
incontrolablemente en su colon. El doctor y el
cirujano prescribieron un aborto y cirugía para
remover el cáncer como el mejor tratamiento que
podían ofrecer.
Demasiado frecuentemente en este país, si se tiene
una enfermedad seria cuando se está embarazada, el
enfoque típico del doctor es abortar, y luego
tratamiento. Esta no es la práctica en muchos países
que tienen un menor índice de mortalidad infantil
que en los Estados Unidos. En realidad, hay pocos, y
muy raros casos en los que haya razones médicas para
abortar. Sin embargo, las mujeres son siempre
enfrentadas a dos opciones: tener un aborto y tener
un tratamiento adecuado o tratar de conservar al
bebé arriesgando la muerte.
Lucía tenía solo 35 años y 2 meses de embarazo. Ella
y su esposo ya tenían tres pequeños niños.
Exactamente lo que habían "planeado". Ella había
abandonado una carrera en diseño de modas que había
empezado cuando era soltera para tener y cuidar de
su familia. Lucía estaba profundamente dedicada a
sus tres pequeños y a su esposo. Todos la
necesitaban. El bebé que crecía dentro suyo tenía
menos de 4 cm. El feto ya tenía la apariencia
humana. Las ondas cerebrales están presentes en un
bebé que crece. Los ojos, oídos, nariz, dedos ya
están formados y el corazón late a la cuarta semana,
la sangre (de un tipo diferente al de la madre)
fluye. Los reflejos ya se dan y partes de la piel
son sensitivas al tacto. Las huellas digitales se
han empezado a formar junto con las líneas de las
manos. Pero, la vida de Lucia estaba en un peligro
mortal. Ella tiene solo 35 años y tienen tanto por
que vivir y que hacer. La vida del bebé está en
peligro mortal. Tiene solo 8 semanas de edad. El
útero materno de repente se ha vuelto un lugar muy
peligroso para vivir, pero - no tiene "opción".
Lucía tomó su decisión - no el año anterior- no hace
diez años- ni hace 20 años - sino hace cuarenta años
en el otoño de 1955! Consideren por un momento el
estado de la medicina y el tratamiento para el
cáncer en esa época. No había resonancia magnética
ni tomografías computarizada disponibles para
determinar en forma precisa las medidas y la
diagnosis del cáncer creciente. Los crudos
tratamientos de quimioterapia estaban disponibles,
pero el láser o cirugía ortoscópica o sofisticados
tratamientos bioquímicos no. El cáncer era muy
temido - y en forma justificada, porque había muy
pocos doctores que pudieran aislar el cáncer
mediante extracción quirúrgica. Quedaban pocas
oportunidades en la cirugía. En el caso de Lucia,
¿que hubieras decidido?
Si fueras el amoroso marido de Lucia y el padre de
tres niños pequeños, que le dirías a tu esposa?
Lucía entendió la perspectiva de Dios en esta
situación. Pensamos que la decisión de ella era
clara. Por qué? Simplemente ten en cuenta que ella
sabia lo que estaba bien. Lucía sabía que tenía que
confiar en Dios. Lucía estaba convencida de
conservar al niño, como un regalo de Dios, el autor
de la vida, el creador de todas las cosas.
Esto se volvió muy real para Lucía. Recientemente,
un testigo presencial me dijo : "Desde el principio
ella estaba determinada a darte a luz" Ustedes
verán, yo soy el cuarto hijo. Mi madre se sometió a
cirugía en Octubre de 1955 cerca de la octava semana
de embarazo para remover la mayor parte de su colon.
La operación fue exitosa, y solo a través de la
gracia de Dios y de su decisión correcta, fue que
nací en 1956. Bendito Dios. Mi madre tuvo una
segunda cirugía luego del parto. Como resultado,
vivió el resto de su vida con una colostomía.
Dios bendijo a mi madre y padre, mis dos hermanos y
hermana y a mi con la completa cura del cáncer de mi
madre. El nos bendijo a todos con otros 39 años de
vida para mi madre. Suficiente para que pudiera
presenciar el nacimiento de sus nietos. Ellos
crecieron lo suficiente para tener sus propios
recuerdos de ella. Fuimos todos benditos por Dios.
El Señor finalmente la llevó con él en 1995.
El le trajo mucho consuelo y paz cuando su salud
falló y gentil y piadosamente puso su mente en
reposo. Su providencia fue realmente asombrosa
cuando una y otra vez le envío lo que ella
necesitaba para continuar su vida junto a El con
gracia y amor.
Estoy tan agradecido de estar vivo. Tengo dos niños
propios. Dios ha revelado su plan para mi y mi
esposa a través de esto y nos ha confirmado muchas
veces que nuestro ministerio pro-vida es parte de su
propósito para nosotros de acuerdo a su plan. Cuando
pienso en mi madre me doy cuenta del inmenso valor
de la vida humana. Recuerdo y celebro la verdad -
que la vida es un regalo de Dios, y toda la vida
humana, nacida y nonata, es sagrada.
Conocemos a Dios como el creador de TODAS las cosas,
y separa al hombre y le da valor especial. Cada
individuo gana un valor sin precio por ser hecho,
formado a la imagen de Dios . Dios ofrece su gracia,
su perdón y salvación a todos, sin importar los
pecados del pasado. La santidad de la vida humana
aplica no solo al nonato, sino a otros. Si bebés
inocentes pueden ser eliminados por millones, puede
el infanticidio forzado o la eutanasia estar lejos
para los discapacitados, los ancianos, o los
enfermos terminales?
Está mi vida todavía en peligro de ser tomada contra
mi voluntad por causa de falta de respeto por la
simple vida humana? Puedes apostar que sí.
James A. Sieffert
FUENTE:embarazoinesperado.com
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Pospuse un tratamiento de cáncer de
tiroides por mi hija y no aborté
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"Yo tengo 33 años, y aunque no aborté, sé
como se puede sentir la mujer que está
apunto de hacerlo".
Hola amigos, hoy he sabido de vuestra
existencia por televisión, me ha encantado
lo que se ha dicho sobre vosotros, y aún me
ha gustado más lo que he visto en vuestra
página Web.
Cuando yo estaba embarazada de apenas 10
semanas, me diagnosticaron un cáncer de
tiroides, (si nos ha de tocar un cáncer en
la vida, mejor que sea éste). Bueno, lo
primero que hizo el cirujano fue presionarme
a mí y a mi marido para que abortase, los
dos estábamos muy convencidos de no hacerlo,
pero os prometo que la presión y los nervios
era muy intensa.
En la semana 12 de embarazo, me extirparon
el tiroides con su tumor, en un caso normal,
después de esta intervención se ha de
recibir una dosis terapéutica de yodo
radioactivo, (I131) para eliminar los restos
del tiroides con malignidad que queda en el
cuerpo. Claro está, estando embarazada, este
tratamiento no se puede aplicar, así, que
por decisión propia, se pospuso hasta
después del parto.
Os tengo que decir que cuando estaba
embarazada de ya 5 meses, me presentaron al
médico nuclear que en un futuro me tenía que
aplicar este tratamiento, este médico, nos
tranquilizó muchísimo, nos dijo que habíamos
estado acertados en la decisión de no
abortar, pues este cáncer tiene una
evolución, muy, muy, lenta. A mi marido y a
mí casi se nos salen las lágrimas en su
consulta, todo lo que habíamos pasado había
sido innecesario, imaginaos si llego a
abortar, sé cómo nos hubiésemos sentido los
dos, y cómo se pueden sentir las mujeres
que, por desgracia y por las circunstancias
de presión, lo hayan podido hacer.
Este médico me dio tiempo para parir, y para
poder amamantar a mi niña, pues a los 9
meses tuve una niña sana y preciosa.
Ahora ella tiene ya 18 meses, y damos
continuamente gracias a Dios, por no dejar
que nos convenciesen para abortar y dejar
que naciera. Yo tengo 33 años, y aunque no
aborté, sé cómo se puede sentir la mujer que
está apunto de hacerlo.
Besos, y gracias por vuestra ayuda.
Julia, de Valencia.
FUENTE:
Testimonios-(vozvictimas.org)
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Ésta es la
historia de nuestra experiencia de tener
a nuestro hijo
enfermo y no matarlo violentamente con el
aborto. |
Nada más volver de la luna de miel nos
enteramos de que estaba embarazada; nos
llevamos una sorpresa enorme y una gran
alegría, pero a los pocos meses, en una
ecografía rutinaria, se vio que algo no iba
bien. La ginecóloga, aunque no me quería
decir nada, según me hacía la ecografía, lo
decía todo con su actitud; me quitó el
sonido del corazón del bebé y no hacía más
que mirar la pantalla sin darme ninguna
explicación, pese a mi insistencia. Pasado
un interminable cuarto de hora, dictaminó:
«El niño está muy mal, te aconsejo que
abortes». Parecía, y digo parecía, que el
niño tenía un problema cromosómico
importante y no tenía piernas, aunque,
pasado un tiempo, se vio que no acertó ni
una, pero en ese momento, cuando te lo dicen
con la frialdad que me lo dijeron a mí, no
entiendes que alguien así pueda ejercer una
profesión en la que está tratando con
mujeres embarazadas.
Esa misma tarde fuimos a que me hicieran una
ecografía más detallada, y cambió el
diagnóstico: «Tiene un onfalocele gigante»;
parece que al niño le faltaba la cubierta
abdominal, y debido a eso tenía casi todos
los órganos abdominales fuera. La médico nos
comentó que «estas cosas pasan», que es
«cuestión de azar» y que «nos había tocado».
Nos insistió en que lo normal sería que el
bebé no pasara del tercer mes de gestación y
que, como no iba a poder vivir en el momento
que naciera, lo mejor sería abortar. ¡Pero
cómo íbamos a abortar, si durante esas
interminables ecografías no parábamos de ver
cómo se movía nuestro hijo! Le contestamos
rápidamente que este niño llegaría hasta
donde Dios quisiera.
Cambiamos de médico y encontramos a una
persona excepcional, que nos trató con una
delicadeza y un cariño que ya habíamos
olvidado. Menos mal, ya que las visitas al
ginecólogo se repitieron semanalmente,
porque, como el niño estaba tan enfermo, se
suponía que el corazón le fallaría en
cualquier momento y habría que sacarlo.
Me hicieron la amniocentesis, porque, como
habían supuesto un problema cromosómico
serio, nos habían aconsejado que, aunque
hubiéramos decidido seguir adelante con el
embarazo (lo cual les pareció un acto de
irresponsabilidad), el resultado de la
prueba podría evitar posibles problemas en
embarazos posteriores, y, como ya empezaba a
ser habitual, se equivocaron: el niño era
cromosómicamente normal.
A todo esto, en el momento en que dije en la
empresa que el niño estaba enfermo, como no
sabían cuándo iban a poder contar conmigo,
porque lo normal sería que no llegara hasta
el final del embarazo, tardaron 15 días en
echarme. Al incorporarme en otra empresa, ya
había aprendido a callarme, porque otra cosa
que hemos sacado en claro es que, en cuanto
le confías a alguien que el niño está
enfermo, todo el mundo opina, y claro, en
estos momentos en que lo políticamente
correcto es abortar, nadie consigue entender
cómo «vas a pasar por eso para nada», ese
nada para nosotros se ha trasformado en un
ángel mucho más grande que cualquier hijo
normal.
Ahora que ya ha pasado todo…
Otro trago por el que tuvimos que pasar fue
el redactar un testamento vital para que, en
el caso de que el niño no muriera al nacer,
y si realmente alcanzaba una situación
crítica irrecuperable, no se le mantuviera
con vida por medio de tratamientos
desproporcionados; que no se le aplicara la
eutanasia activa ni se le prolongara abusiva
e irracionalmente su proceso de muerte.
Hecho que sorprendió nuevamente a los
médicos, que no entendieron ni nuestra
negativa al aborto ni al ensañamiento
terapéutico.
Al final, llegué hasta las 29 semanas de
gestación (casi siete meses), di a luz en La
Paz, donde siempre estaré agradecida a todo
el equipo médico que me atendió, ya que me
encontré con unos grandes profesionales que
me trataron con una gran delicadeza y
humanidad. El pequeñajo murió nada más
nacer, eso sí, bautizado, y –como no podía
ser de otra manera– se llama Ángel. A
nosotros nos ha hecho los padres más felices
del mundo, porque, aunque esperamos que Dios
nos envíe más hijos, como éste no habrá
otro.
De toda esta experiencia aprendimos que la
Medicina no es una ciencia exacta. Me habían
dicho que, como tenía muy poco líquido
amniótico, nunca le podría sentir, y me daba
unos golpes que me dejaba doblada. Otra
lección que hemos aprendido es que no sabes
cómo va a responder la gente que te rodea.
Nuestros amigos más cercanos se desvivieron
ante la situación, pero ha habido personas
que nos han dejado de hablar por seguir
adelante con el embarazo.
Ahora la gente nos dice que lo llevamos muy
bien. La verdad es que hemos tenido mucho
tiempo para mentalizarnos, pero, aun así,
estamos bien porque Ángel ha dejado de vivir
cuando Dios ha querido, pero por lo que
psicológicamente no habríamos podido pasar
es por la otra solución, que mi hijo hubiera
dejado de vivir porque yo, un buen día, lo
hubiera decidido.
FUENTE: Testimonios-(vozvictimas.org)
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Mi Dios es real...di sí a la vida
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Una mujer que estuvo a punto
de abortar en una clínica de abortos nos
cuenta su historia.
Carta recibida el 27 de Agosto de 2002.
Mi historia fue un maravilloso milagro de
Dios. En el mes de mayo del año 2001 quedé
embarazada. Vivía en un ambiente del
modelaje, las modas, los fashion shows,
castings, shootings, promociones, pesaba
solamente 90 libras, y mi mayor ambición
"verme bien, no engordar". Mi novio se
protegía con preservativos pero ese 22 de
mayo de 2001, el preservativo se rompió, yo
supe desde ese instante que estaba
embarazada.
Comencé a experimentar los cambios en mi
cuerpo, náuseas, mareos, sueño, cansancio,
me decía a mi misma, "no puede ser", cuando
vi POSITIVE en esa prueba de sangre me quise
morir, grite y lloré hasta más no poder, no
quería tener un hijo, no lo quería, no podía
tenerlo. Vi mi vida echa pedazos, mis sueños
obstruidos, mis metas desechas, mi cuerpo,
mi afán por el modelaje, todo, todo había
terminado, pero encontré la "solución a mi
problema", EL ABORTO.
Así fue que fui a una clínica de abortos,
recuerdo que al llegar tan solo al
estacionarme un inmenso dolor rodeo mi
corazón, un sentimiento maternal me
agobiaba, un llanto continuo comenzó a
surgir de mí, no-tenia consuelo. Comencé a
pedirle a Dios perdón y a mi bebé por lo que
iba a suceder en ese lugar. Me sequé las
lágrimas y entré, llené mi record, pero un
escalofrío, un miedo horrible se apoderó de
mi vida, presentía que me podía morir en ese
procedimiento, pero pensé nuevamente, "no,
no puedo tenerlo". Recuerdo que me llamaron
y yo le dije a la secretaria "yo quisiera
antes de abortar, que me realicen un
sonograma, para ver, aunque sea por última
vez, no sé lo que haya ahí".
Me cambié de ropa, me puse mi bata, mis
chanclas y mi gorro, me senté a esperar en
un sillón reclinable junto a unas 5 mujeres
más listas ya para cometer ese crimen al
igual que yo. Cuando tocó mi turno, mis
piernas temblaban, me acosté en la camilla,
dos enfermeras totalmente frías me ayudaron
en el procedimiento, luego llegó un hombre
alto, rudo, serio, asesino. Me trató mal
desde un principio, tan pronto me vio,
comentó "no me gusta como se ve esta
muchacha", me indicó las instrucciones, me
dice "te voy a realizar un endovaginal, aquí
vas a ver lo que tienes ahí adentro, y yo
veo en la posición en que está para luego
succionarlo con este instrumento". Tan
pronto introdujo el tubo para realizarme el
endovaginal, me queje de dolor fue muy
brusco y él me contestó "nena, si te duele
esto, prepárate para lo que viene después",
yo me quería ir, me sentía mal, tenia mucho
dolor, pero ya estaba allí y lo iba a hacer,
estaba decidida, con dolor en mi alma.
Pero como allá arriba hay un Dios Grande que
todo lo ve y todo lo sabe, este médico me
dice: "¿tú estas segura que estás
embarazada?", le contesté "si, lo estoy", me
dice "¿trajiste tu prueba?", miró el record,
vió la prueba, y yo digo ¿que pasa? y él me
enseña la pantalla y me dice "no hay nada",
realmente no veo nada, no veo absolutamente
nada y ya tienes 1 mes de embarazo se supone
que se vea, tienes que esperar mas tiempo".
Yo le dije "no hay problema, vendré luego",
pero tan pronto yo salí de aquella clínica,
yo dije "Dios mío, que es esto".
Fácil, Dios es tan y tan grande que no
permitió que mi pequeño bebé se viera,
porque mi hijo tenía que nacer. Al día
siguiente fui donde una prima mía enfermera
y le pedí que me hiciera un sonograma, ella
me llevó al hospital donde trabajaba y en la
sala de maternidad, me realizaron un
sonograma, le conté lo que me sucedió en
aquella clínica que no se veía nada, y para
mi sorpresa tan pronto la muchacha colocó
aquella máquina en mi abdomen apareció una
pequeña cosita latiendo, era el corazoncito
de mi bebé, pude ver la bolsita todo, que
Grande es Dios!
Decidí tener a mi hijo, continuar con mi
embarazo, y el 31 de enero de este año tuve
la felicidad más grande de mi vida, pude
tener por cesárea mi primer hijo varón, fue
la emoción más grande de mi vida, estuve
llorando toda la cesárea, cuando me pusieron
ese ser humano a mi lado, fue una
experiencia sumamente hermosa, nació
saludable, fuerte. Hoy día ese ser humano,
es la razón de mi existir, lo AMO con todas
mis fuerzas, es la personita que más quiero
en este mundo, jamás me hubiera perdonado
asesinar a mi hijo, no imaginan cuanto lloro
cuando en las noches lo veo dormidito a mi
lado, y pienso lo que casi fui capaz de
hacer. Mi hijo es un niño feliz, siempre
tiene una sonrisa en sus labios y es el
regalo más bello que Dios me ha brindado.
A todas las mujeres que se encuentran en una
situación difícil, que están pensando
abortar,
DETENTE, no lo hagas, piensa
primero, analiza, tu bebé no tiene la culpa,
no te pidió venir al mundo, dale la
oportunidad de vivir. Yo pude haber
regresado aquella clínica pero no lo hice,
porque Dios así no lo permitió. Un hijo no
es una carga, carga será el llevar la culpa
en tu conciencia del pecado de haber
asesinado a tu propio hijo, tu propia
sangre.
Si te sientes triste, sola, escríbeme, estoy
presta a ayudarte, aconsejarte por el camino
del bien. Vamos a darle la vida a esas
criaturitas inocentes, Dios no nos da carga
que no podamos llevar. Y recuerda haz de
esta mi frase tuya también "Las nubes negras
y tormentosas no prevalecerán eternamente;
el sol brillará de nuevo y las alejará". Ya
no me importa el modelaje, no me importa el
cuerpo, solo vivo para mi hijo, para verlo
crecer sano y saludable y sobre todo, para
inculcarlo en los caminos de aquel que lo
guardo desde mi vientre y quien le dio la
vida, Dios.
Dios te bendiga, y que mi historia te sirva
de ayuda para poder continuar hacia
adelante, diciéndole SÍ a la
VIDA y NO al
ABORTO.
FUENTE: comiteprovida.org
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Carta de Nancy...
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Yo viví mi embarazo de manera muy intensa,
me lo detectaron hasta los cuatro meses,
como los primeros análisis resultaron
negativos, me diagnosticaron colitis y
gastritis, por ello tome mucho medicamento
que esta prohibido durante el embarazo.
Cuando cambie de médico, me hice otros
análisis y resulto que estaba embarazada, me
advirtieron que mi bebé podía ya presentar
malformaciones físicas o mentales, que en mi
caso el aborto era legal y debía ser lo más
pronto posible, mi médico me dijo que lo
pensara bien, que podíamos hacer análisis
para ver el estado actual del bebé, pero que
cualquier problema se podría presentar
después. Me hice todos los estudios y hasta
ese momento el niño no presentaba problemas,
pero también existía el problemas de que era
un embarazo de alto riesgo por algunos
problemas que tengo en la matriz.
Me enfrente a un mundo tan encontrado de
pensamientos, si mi bebé estaba mal al
momento de nacer, si yo moría y lo dejaba
sólo, y enfermo. Por otro lado si ese el
único bebé que Dios me regalaba. Un día
totalmente abrumada y confundida, estaba en
mi cama recostada, y con lágrimas en los
ojos decidí no tenerlo, cerré un momento los
ojos, y ví a mi bebé que se elevaba al cielo
y con manita me decía adiós... en ese
momento me aferré a él con todas mis
fuerzas, y supe que lo tendría a pesar de
todo y todos.
Hoy tengo a mi Daniela conmigo, tiene 7 años
y es la niña más hermosa del mundo, y sí, es
hasta ahora mi única hija. He querido
compartir mi experiencia porque me he
encontrado con algunas jovencitas que están
embarazadas y tienen la idea de abortar,
antes había visto algunas imágenes y ya
causan terror aún con dibujos; hoy ví
imágenes reales de los distintos tipos de
abortos, y realmente es tan triste que uno
se pregunta ¿Cuándo llegó el ser humano a
esto?... si la madre se encuentra confundida
y sufre de todos los remordimientos
posteriores.
¿Qué siente el "médico" que lo realiza? Yo
no estaba casada cuando me embaracé, me casé
cuando estaba embarazada, tal vez otras
chicas no corran con la misma suerte, pero
ojalá sientan la fuerza que una vida nos
infunde a las mujeres. La vida es el regalo
más grande de Dios, y que una mujer logre
dar nueva vida, es realmente un milagro. Si
decides que esta experiencia pueda ayudar a
alguien a decir no abortar, será realmente
otro milagro.
Gracias
FUENTE: embarazoinesperado.com
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Carta de Alicia...
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Mi nombre Alicia, tengo 18
años y actualmente estudio Licenciatura en
Turismo en una universidad de mi
localidad... Tengo una bebé que va a cumplir
4 meses y estoy fascinada con ella ¡parece
que volví a nacer ! es idéntica a mí... y la
adoro.
Actualmente mi novio Luis y yo estamos
haciendo planes para la boda... ¡todo el
mundo está feliz y nos ha apoyado mucho!
Jamás me hubiera imaginado esto, tan solo
unos meses atrás, cuando me enteré que
estaba embarazada.
Es increíble como la mano de Dios estuvo en
todo momento presente en la vida de mi hija,
ya que la diferencia entre su vida o su
muerte fue de tan solo "UN DIA". La doctora
que me atendió fue quien me dió la noticia
de mi embarazo, quedé helada... en ese
momento, lo último que quería oír era
precisamente lo que estaba oyendo.<
Muy "comprensiva" la doctora, al ver que no
podía parar de llorar me preguntó: ¿Que
piensas hacer? ¿ Lo quieres tener ?... ¡Que
pregunta! era obvio que en esa situación no
lo quería tener. Le dije que no y me dijo
que aquí en México el aborto era ilegal,
pero que podía conseguirme una cita en una
clínica en E.U. en donde podían hacerlo.
Solo debía esperar al día siguiente, porque
el número telefónico de la clínica había
cambiado y tenía que conseguir el nuevo
número. "Vente mañana para darte el teléfono
nuevo y puedas hacer tu cita", me dijo.
¡Cuánta amabilidad! pensé, esta doctora
verdaderamente quiere ayudarme...
Salí de allí desesperada y muy triste,
pensando en lo que harían mis padres si se
llegaran a enterarse de mi embarazo...sí, un
aborto...eso es lo más indicado, sobre todo
ahora que solo tengo 8 semanas...todavía ni
se forma...¡ es lo mejor !.
Comenté con Luis lo que me dijo la doctora y
me dijo que me apoyaba en lo que yo
decidiera, pero me comentó que un amigo
sabía de "otro lugar" donde talvez podrían
ayudarnos...que posiblemente ahí nos saldría
"mas barato" que en los Estados Unidos...fue
así como la mano de Dios empezó a proteger a
mi hija, desde entonces, con ese "ven
mañana" todo cambió para ella... Hicimos una
cita ese mismo día y acudimos a ese lugar
que resultó ser de una organización provida.
En ese bendito lugar nos abrieron lo ojos,
nos tranquilizaron, nos dieron seguridad,
apoyo, nos enseñaron el desarrollo de
nuestra bebé con fotografías y en video, nos
hablaron de lo que era el aborto, sus
riesgos y consecuencias físicas y
psicológicas y nos enviaron de manera
gratuita con un médico que por primera vez
nos mostró a nuestra bebé a través del
ultrasonido...
Cuando la ví moviéndose y chupando su dedito
sentí una emoción que no puedo
describir...¡escuché los latidos de su
corazón!...y desde ese mismo instante, supe
que mi hija nacería... ¡Que ciegos
estábamos!
Ahora, sabía que lo difícil era enfrentar
las cosas en mi casa, tuve mucho apoyo por
parte de las personas que trabajan en ese
lugar, que gracias a Dios sé que hay en casi
todo México y es gratuito. Mi consejera
estuvo conmigo siempre y me apoyaba en todo
momento... nos vimos varias veces antes de
atreverme a hablar en mi casa, por fin me
decidí...No voy a contar detalles, pero su
reacción, sobre todo la de mi padre, no fue
como yo esperaba, mas bien fue de
comprensión y apoyo.. claro al principio fue
un "drama" pero, como bien me lo dijeron, es
una situación que pasa, algo temporal... y
es natural puesto que es algo totalmente
sorpresivo y no precisamente el "sueño
ideal" que cualquier padre tiene para su
hija, pero pues así sucedieron las cosas y
ahora están encantados con Mariana. La
llenan de amor y de cuidados y la niña se
siente muy querida entre nosotros.
Doy gracias a Dios por haber recapacitado a
tiempo, no sé lo que hoy sería de mi vida de
haberme practicado un aborto. Sé que no me
lo hubiera perdonado nunca. Estoy convencida
que la crisis de los primeros meses pasa con
el tiempo y cuando pasa la tormenta, al
tener a tu bebé en los brazos, todo lo
pasado se olvida y solo quieres abrazarla,
besarla, luchar por ella y hacerla feliz.
Mi consejo a cualquier mujer en mi situación
es que busque ayuda. En esos momentos, como
estamos hundidas en la desesperación no
pensamos con los cinco sentidos... buscamos
una salida fácil y creemos que el aborto lo
es. Necesitamos de alguien que nos hable con
la verdad y nos haga recapacitar...que nos
muestre la maravilla que hay en nuestro
vientre cuando estamos embarazadas, no que
nos lo oculte para sacar un provecho propio.
Debemos comprender que en esos momentos,
verdaderamente tenemos una vida humana en
nuestras manos...la decisión es nuestra.
¿Problemas? siembre habrá problemas en
nuestras vidas, abortemos o no....y creo que
la mejor manera de superarlos es con la
frente muy en alto y con nuestra conciencia
tranquila, con la seguridad de haber actuado
responsablemente asumiendo las consecuencias
de nuestros actos y de no haber lastimado
nunca a un ser inocente que además, si le
damos esa oportunidad, en el futuro será el
centro y la felicidad de nuestras vidas.
FUENTE:embarazoinesperado.com
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Carta de Gina...
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Hace veintisiete años,
estaba en el cuarto mes de embarazo y me
encontraba en un mal matrimonio. Sabia de un
lugar donde podría obtener un aborto ilegal.
Hice una cita y el día anterior al del
aborto, creí sentir un movimiento y no fui a
la cita. Estoy feliz de no haberlo hecho (sé
que Dios nos quería a mi y a mis gemelos).
Terminé dando a luz a gemelos, un niño y una
niña. Bien, ahora la niña es mi mejor amiga
y me ha bendecido con dos maravillosos
nietos (un niño de 6 y una niña de 4). Oh
como quiero a mis nietos! Su hermano gemelo
es un pastor en una iglesia en Córdova, mi
hijo también enseña en el colegio. Cuando mi
hijo asistía a un curso de la Biblia, él
cantaba en un cuarteto en la universidad y
uno de los cantantes fue muerto en un choque
de auto. En el funeral el ministro dijo a la
congregación que justo unas semanas antes él
había asistido a un concierto de ese
cuarteto donde mi hijo había predicado
haciendo que esa gente joven diera su vida a
Cristo.
Entonces pensé que si hace años hubiera
tenido el aborto esta gente joven nunca
hubiera conocido a Cristo. Ellos pudieron
haber perdido su oportunidad. ¡Cuan
agradecida me siento de nunca haber hecho
esa cita!
Gina
FUENTE:embarazoinesperado.com |
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Carta
anónima...
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Me embaracé a los 15 años en
el segundo año del colegio. Tenía un
enamorado al cual creí amar. Tuvimos sexo,
me embaracé y estaba asustada y avergonzada.
El actuó como si no fuera gran cosa y como
si pudiéramos arreglarlo. Supe que no estaba
lista y no podía arreglarlo. El aborto nunca
fue una idea en mi mente. Traté de pretender
que no era real y lo guarde en lo profundo
de mi mente por meses. Mi mamá estaba en su
segundo matrimonio y también embarazada, y
estaba tan feliz de tener otro bebé que no
quise que perdiera esa felicidad con lo que
había hecho mal, así que no se lo dije.
Alguien en el pueblo le dijo que yo estaba
embarazada de 5 meses, ella me preguntó y yo
mentí. Ella me preguntó de nuevo dos meses
después con un test de embarazo en mano y
fue entonces cuando se enteró. Tenía siete
meses de embarazo. La siguiente cosa que me
preguntó fue que qué pensaba de la adopción.
Encontré una maravillosa familia para mi
hijo. Mi mamá dio a luz dos semanas antes de
que yo tuviera mi hijo. Ahora el es un niño
feliz de cuatro años. Tengo maravillosas
fotos y hermosas cartas de su vida mientras
crece. Mi mamá y yo soñamos el dia en que lo
veamos de nuevo. Bueno, no aprendí mi
lección esa vez. Tres años después estaba
embarazada de nuevo.
Me había graduado del colegio y decidí
conservar al bebé. Su padre y yo ahora
estamos casados y tenemos un hermoso bebé de
cinco meses. Todavía pienso que era muy
pronto para empezar una familia pero era lo
correcto. Así que si estas pensando en
abortar piensa que hay muchas opciones.
FUENTE:embarazoinesperado.com
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Historia de
Sonia...
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La experiencia de mi amiga Sonia, es
desgarradora. A ella le practicaron un
aborto de su primer embarazo, cuando era muy
joven... nunca lo pudo olvidar.
Años después tuvo un segundo embarazo y
debido a su desesperación, nuevamente pensó
en "suprimirlo". Aunque recordaba lo
traumatizante de su primera experiencia y
esto la detenía un poco, tenía mucho miedo
porque estaba completamente sola y pensaba
que no podría hacerse cargo de su hijo. No
sabía que hacer, contempló la posibilidad de
darlo en adopción, pero también esta idea no
la convencía. Sin embargo, pensó que en este
caso realmente sería lo mejor para su bebé.
Finalmente, por cosas del destino, se enteró
de la ayuda que brindaba un Centro para la
mujer embarazada de una organización pro-vida
de Sonora y acudió buscando orientación.
Ahí conversaron con ella y hasta se hizo de
buenas amigas. Ya nunca mas sintió que
estaba sola... Se sintió acogida con amor y
respetada. Al analizar algunas de las
alternativas que ahí le brindaron, decidió
irse a una casa hogar de Guadalajara. No
sabía con certeza si daría a su bebé en
adopción o lo conservaría a su lado, pero
sabía que el irse un tiempo a estar a solas
consigo misma y con gente que buscaba
ayudarla, le serviría para pasar el resto de
su embarazo con tranquilidad.
En aquella casa hogar, le dieron de forma
gratuita alojamiento, comida, servicio
médico y sobre todo un ambiente de amor y
solidaridad. Allá, con ayuda de gente de
buena voluntad, venció su miedo y finalmente
decidió quedarse con su hija. A la fecha
esta niña tiene ya tres años, está al lado
de su madre, Sonia, que la adora y no se
arrepiente de haber tomado esta decisión aún
con las situaciones mas adversas, las
cuales, una a una, han ido superando juntas.
Sonia escribió unas palabras, basándose en
su propia experiencia, que me pidió
compartir con ustedes cuando le comenté de
esta página:
" Abortar es arrancar, matar sin piedad. No
solo arrancarán la preciosa vida que late
dentro de tí, te despojarán de instinto
maternal, amor y sensibilidad, jamás
volverás a sentirte ni a sentir igual.
Cuando escuches como rompen lo huesos de tu
bebé para sacarlo, algo dentro de tí también
se romperá. Crecerá dentro de tí un odio que
te pudrirá y donde quiera que voltees verás
madres abrazando a sus bebés o niños
corriendo y gritando felices y nunca podrás
perdonarte... Soñarás el cadáver mutilado de
tu bebé inocente flotando en un charco de
sangre. El sonido de sus huesitos se
convertirá en un escalofrío que te sacudirá
cada vez que escuches el llanto de un bebé.
En tus manos está, mujer, el vivir esta
agonía o evitarla... No sufras
innecesariamente."
".. En el momento que contemples el rostro
de tu bebé al salir del quirófano olvidarás
cualquier contratiempo del pasado. Ese bebé
te enseñará a amar, perdonar y hasta sonreír
y besar. Tal vez dudes del amor de Dios y no
creas poder con el paquete tu sola, puedes
en ese caso darlo en adopción a una familia
que estará fascinada de sentir sus manitas,
de escuchar sus pasitos corriendo a
encontrarlos y de recibir todo el amor que
un niño es capás de regalarte.... Eso
significará que ya no tendrás
responsabilidades pero tampoco privilegios y
que jamás volverás a contemplar su sonrisa.
Si decides quedarte con tu bebé y buscar la
forma de salir adelante, pídele a Dios que
te ayude y Él encontrará la mejor manera de
hacerlo, habrá dificultades y a veces te
deseperarás pero poco a poco saldrás
adelante, tienes que ser muy valiente,
mujer, y cuando mires a tu bebé y contemples
la inocencia de su mirada y la ternura de su
sonrisa, te darás cuenta de que todos tus
sacrificios han valido la pena . "
FUENTE:embarazoinesperado.com
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Carta de Bárbara...
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Fui adoptada cuando tenía 7
años de edad. Mis padres me abandonaron a mi
y a mi hermana mayor y fuimos puestas en
hogares temporales. Debido a algunos
problemas emocionales que mi hermana sufrió,
fuimos llevadas a hogares diferentes. Ella
fue al mejor hogar y eventualmente yo fui
llevada allí también. Todo esto pasó a la
edad de 4 a 7 años. Doy gracias a Dios todos
los días por los padres que El me dio. Mi
situación fue diferente de muchas - ¡no lo
son todas! pero la adopción fue una cosa
maravillosa! Estuve leyendo algunos
artículos acerca del aborto y me hizo pensar
en mi propio hijo. Cuando yo tenía 17 , casi
18 me violaron y como resultado me embaracé.
Hubiera sido tan sencillo para mi abortar a
mi hijo, pero supe que el aborto es el
asesinato de un bebé inocente, así que no lo
haría. Esto sucedió en Julio de 1995, y en
Agosto fui a la universidad. Cuando me di
cuenta de que estaba embarazada no se lo
dije a nadie. Sentía que no había nadie a
quien acudir.
Sentí como si mis padres lo
supieran se desilusionarían de mi. Por su
puesto, me equivoqué, pero no lo sabía
entonces.
Finalmente en Diciembre se los dije. Ellos
se mostraron muy comprensivos y
me dejaron
decidir si tendría o no al bebé. Decidí
conservarlo y lo llame
Nathaniel, que
significa regalo de Dios. El ha sido
realmente un regalo para mi. En 1997 me casé
con un maravilloso hombre llamado David
quien no podría
amar más a Nathaniel si
fuera su padre. David y yo esperamos un hijo
en Marzo. Estamos tan emocionados! Dios
realmente me ha bendecido.
Barbara
FUENTE:embarazoinesperado.com
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Carta de Melissa...
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Hola, soy una madre de 17
años de edad y con una hija de casi 9 meses.
Cuando conocí a mi novio, no sabíamos cuanto
tiempo duraríamos juntos, pero esperaba que
bastante! Un mes y medio luego nos enteramos
que estaba embarazada. Siendo un chico que
no sabía como el aborto hiere a un bebé
nonato viviente o *feto* él me preguntó si
tendría un aborto. Yo solo tenía 15 años y
él 18. Fui muy brusca y le dije NO!, pues
había visto fotos de bebés abortados y el
solo pensar en abortar una parte de nosotros
dos me enfermaba!! Así que entonces él me
preguntó que penaba de la adopción.
Pensé mucho acerca de eso, pero cuando mi
madre me preguntó "Realmente serías capaz de
dar parte de ti luego de verlo o verla y
escuchar a ese niño llorar?" Pensé, Guau, no
lo creo. Mi novio fue muy comprensivo cuando
le dije que quería conservar al bebé y él se
quedó a mi lado todo el tiempo. Ahora
vivimos con mi madre y ella nos ayuda a
cuidar a nuestra hija y ella es una bebé muy
feliz. Estoy dichosa de haber tenido una
madre tan comprensiva en quién depender si
lo necesitaba. Me encanta ser madre a pesar
de que el embarazo no fue planeado. Y aún no
puedo pensar en mi hija como indeseada, como
muchas madres de mi edad piensan.
Melissa
FUENTE:embarazoinesperado.com
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