Para la
mayor parte de las mujeres, el segundo trimestre del
embarazo es más fácil que el primero, pero también
es importante mantenerse informada acerca de su
embarazo durante esta etapa. Aunque pueda notar que
algunos síntomas tales como las náuseas y la fatiga
van desapareciendo, verá otros cambios nuevos y más
evidentes en su cuerpo. Su abdomen se expandirá a
medida que aumente de peso y su bebé continúe
desarrollándose. Además, antes de que termine este
trimestre, ¡sentirá que su bebé comienza a moverse!
Puede que muchos otros síntomas que tenía durante el
primer trimestre continúen, como la constipación y
los calambres en las piernas, por lo que es
importante continuar haciendo las cosas saludables
que ya aprendió para ayudar a prevenir o tratar esos
síntomas. Aquí hay algunos malestares que puede
experimentar durante este trimestre:
Dolores
A medida
que su útero y su abdomen se expanden, puede que
sienta dolores en su abdomen, ingle o muslos.
También puede sentir dolores de espalda o dolor
cerca de su hueso pélvico debido a la presión de la
cabeza del bebé, a su aumento de peso, y a que las
articulaciones en esta área se están aflojando.
Acostarse, descansar o aplicar calor pueden aliviar
algunos de estos dolores. Si los dolores no mejoran
después de descansar, lo mejor es llamar a su médico.
Falta de aire
A medida
que su bebé aumenta de tamaño dentro suyo, tendrá
una mayor presión sobre todos sus órganos,
incluyendo sus pulmones. Puede que comience a notar
que le falta el aire o que tiene dificultad para
sostener la respiración. Intente respirar profunda y
pausadamente, y mantener una buena postura para que
sus pulmones tengan espacio para expandirse. Tal vez
pueda respirar más libremente durante la noche si
utiliza una almohada adicional o si duerme de
costado.
Si
duerme de costado, aliviará la presión sobre los
principales vasos sanguíneos que suministran oxígeno
y nutrientes al feto. Si padece hipertensión
arterial, es aún más importante que duerma de
costado cuando esté acostada.
Marcas de estiramiento u otros cambios en la piel
Puede
que haya escuchado historias de otros miembros de su
familia sobre las temidas marcas de estiramiento del
embarazo. Las marcas de estiramiento son rayas rojas,
rosadas o moradas en la piel, normalmente en los
muslos, nalgas, abdomen y senos. Son cicatrices
causadas por el estiramiento de la piel, y suelen
aparecer durante la segunda mitad del embarazo. Sin
embargo, sólo alrededor de la mitad de las mujeres
embarazadas tiene marcas de estiramiento. Pueden
comenzar como rayas rosadas, marrones rojizas o
marrones oscuras, dependiendo del tono de su piel.
Aunque las cremas y las lociones pueden mantener su
piel bien hidratada, no evitan que se formen las
marcas de estiramiento. La mayor parte de las marcas
de estiramiento se descolora convirtiéndose en
líneas muy claras luego del parto.
Además
de las marcas de estiramiento, puede que note otros
cambios en su piel durante la segunda mitad de su
embarazo. Puede que note que sus pezones son más
oscuros que antes de quedar embarazada, o que tiene
una línea oscura en la piel que va por su abdomen
desde su ombligo hasta el vello púbico, llamada la
línea nigra. También puede que tenga pigmentaciones
de manchas marrones en su frente, nariz o mejillas.
Estos cambios en la piel se llaman melasma o cloasma.
Son comunes en las mujeres de tez oscura. Estos
cambios en la piel son causados por las hormonas del
embarazo, y la mayor parte de ellos también se
descolora o desaparece luego del parto.
Hormigueos y picazón
Los
hormigueos y el entumecimiento en los dedos, así
como la sensación de hinchazón en las manos, son
comunes durante el embarazo. Estos síntomas se deben
a la hinchazón de los tejidos en los estrechos
conductos de sus muñecas, y deberían desaparecer
luego de dar a luz a su bebé. También es común
sentir picazón a medida que avanza su embarazo.
Probablemente las hormonas del embarazo y el
estiramiento de su piel, especialmente en su
abdomen, sean las causas de la mayor parte de sus
molestias. Aproximadamente el 20 por ciento de las
mujeres embarazadas tiene algún tipo de picazón.
Además, muchas mujeres embarazadas también
experimentan enrojecimiento y picazón en las palmas
de las manos y las plantas de los piel. Sólo en
raras ocasiones las mujeres embarazadas desarrollan
una condición llamada colestasis del embarazo, que
consiste en picazón y náuseas, pérdida del apetito,
vómitos, ictericia y fatiga. Esta condición es señal
de un problema hepático grave. En general, la
picazón suele desaparecer luego del parto. Mientras
tanto, puede aliviar la picazón con humectantes.
También puede utilizar jabones suaves, y evitar las
duchas o los baños calientes que puedan secar su
piel. Trate de no estar a una temperatura
excesivamente alta, ya que el sarpullido por calor
puede empeorar la picazón.
Para la
semana 26, su bebé pesará aproximadamente una libra
y tres cuartos, y tendrá aproximadamente 13 pulgadas
de longitud. Junto con este crecimiento viene el
desarrollo de los rasgos del bebé, incluyendo los
dedos de las manos, los dedos de los pies, las
pestañas y las cejas. Alrededor del quinto mes, ¡puede
que sienta moverse a su bebé! Al final de este
trimestre, todos los órganos esenciales de su bebé,
tales como el corazón, los pulmones y los riñones,
están formados.
Visitas y exámenes
Durante
el segundo trimestre, su médico podrá observar si su
bebé se está desarrollando en forma sana y
posiblemente pueda ver el sexo de su bebé. Se le
ofrecerán pruebas de evaluación para determinar la
existencia de defectos genéticos congénitos. Los
defectos congénitos son el resultados de problemas
con los cromosomas de un bebé, que son parte de sus
genes, recibidos de su madre y su padre en la
concepción. Aunque la mayor parte de los bebés nacen
sanos, muchos defectos genéticos congénitos ocurren
sin que existan antecedentes familiares de ese
trastorno. El riesgo de tener un bebé con defectos
congénitos aumenta más a partir de los 35 años de
edad. Estas son algunas de las pruebas que su médico
puede ofrecerle:
Pruebas de evaluación
Las
pruebas de evaluación no implican ningún riesgo para
el feto ni para la madre. Los resultados de las
pruebas de evaluación están expresados en términos
de fracciones o probabilidades de tener un defecto
congénito, basados en la edad de la madre. Por lo
tanto, aunque no vaya a recibir un “sí” o un “no”
como respuesta, las mujeres menores de 35 años de
edad podrán saber si su riesgo es tan alto como el
de una mujer de esa edad. Para las mujeres mayores a
los 35 años de edad, las pruebas les ayudarán a
saber si el riesgo que tienen por su edad aumenta o
disminuye en su caso.
-
Ultrasonido dirigido – El mejor
momento para hacerse esta prueba es entre las 18 y
las 20 semanas de embarazo. La mayor parte de los
problemas más graves de la formación de su bebé
pueden ser vistos en este momento. Puede que
algunos defectos físicos tales como los pies
malformados o los defectos cardíacos no puedan
verse. Su médico también deberá ver si su bebé
tiene algún defecto del tubo neural, tal como la
espina bífida. En la mayor parte de los casos, si
desea saber el sexo de su bebé, puede
preguntárselo al médico durante esta prueba. Esta
prueba no es la más precisa para saber si su bebé
padece síndrome de Down. Sólo uno de cada tres
bebés que padecen síndrome de Down muestra un
ultrasonido anormal durante el segundo trimestre.
-
Evaluación del marcador del suero maternal
("la prueba triple") – Esta prueba que
busca defectos congénitos tales como el síndrome
de Down, trisomía 18, o un defecto del tubo neural
abierto, se hace normalmente entre las 15 y 20
semanas de embarazo. Consiste en tomar una muestra
de su sangre para detectar 3 químicos producidos
por el embarazo: la alfafetoproteína (AFP) (producida
por el hígado del feto), y dos hormonas del
embarazo: el estriol y la gonadotropina humana.
Los niveles elevados de la AFP están relacionados
con los defectos del tubo neural abierto. En las
mujeres de 35 años de edad o mayores, esta prueba
detecta el 80% de los fetos con síndrome de Down,
trisomía 18, o un defecto del tubo neural abierto.
En este grupo, habrá un índice de resultados
positivos falsos del 22%. En las mujeres menores
de 35 años de edad, esta prueba detecta
aproximadamente el 65% de los fetos con síndrome
de Down, y hay un índice de resultados positivos
falsos de alrededor del 5%.
-
Evaluación de la traslucencia nucal (NTS,
por sus siglas en inglés) – Este nuevo
tipo de evaluación se ofrece entre las 11 y las 14
semanas de embarazo. Consiste en un examen de
ultrasonido para observar el espesor de la parte
posterior del cuello del feto, combinado con un
análisis de sangre extraída del dedo de la madre,
para detectar dos proteínas producidas por el
embarazo. Esta prueba detecta el 90% de los casos
de síndrome de Down y el 97% de los casos de
trisomía 18. El índice de resultados positivos
falsos es de alrededor del 5%. Esta prueba no se
utiliza mucho, y no todos los médicos tienen
acceso a ella. En algunos casos, puede que el
seguro médico no la cubra. En Inglaterra y los
Estados Unidos, los médicos que usan esta prueba
creen que es una buena alternativa para muchas
mujeres.
Pruebas diagnósticas
Las
pruebas diagnósticas pueden darle respuestas
definitivas acerca de si su bebé tiene un defecto
congénito. Sin embargo, a diferencia de las pruebas
de evaluación, son invasivas o presentan un riesgo
de aborto espontáneo. La amniocentesis y la muestra
del villus coriónico (CVS, por sus siglas en inglés)
son las dos pruebas más utilizadas. Ambas pruebas
tienen una precisión de más del 99% para detectar
estos problemas. Estas pruebas también pueden
indicarle el sexo de su bebé. En la mayoría de los
casos, los resultados tardan unas dos semanas.
-
Amniocentesis – Esta prueba se
lleva a cabo en embarazos de por lo menos 16
semanas. Consiste en la inserción por parte de su
médico de una aguja delgada a través de su
abdomen, dentro de su útero, y dentro del saco
amniótico para extraer una pequeña cantidad de
líquido amniótico y analizarlo. Las células del
líquido se cultivan en un laboratorio para
detectar problemas con los cromosomas. El líquido
también puede ser analizado en busca de AFP.
Aproximadamente 1 de cada 200 mujeres tiene un
aborto espontáneo debido a esta prueba.
-
Muestra del villus coriónico (CVS)
– Esta prueba se lleva a cabo entre las 10 y las
12 semanas de embarazo. Consiste en la inserción
por parte de su médico de una aguja a través de su
abdomen, o de un catéter a través de su cuello
uterino para llegar hasta la placenta. Entonces su
médico tomará una muestra de células de la
placenta que pueden ser cultivadas en un
laboratorio para detectar problemas con los
cromosomas. Esta prueba no puede determinar si su
bebé tiene defectos del tubo neural abierto.
Aproximadamente 1 de cada 200 mujeres tiene un
aborto espontáneo debido a esta prueba.
Ahora es
un buen momento para aprender las señales de los
trabajos de parto antes de término o prematuros. Los
trabajos de parto prematuros ocurren cuando una
mujer tiene trabajos de parto antes de llegar a la
semana 37 de su embarazo, o tres semanas antes de su
fecha de parto. Si usted o su médico detectan alguna
señal de trabajos de parto prematuros, existe una
mayor probabilidad de detenerlos. Si los síntomas no
se tratan, pueden causar repetidas contracciones que
a su vez pueden hacer que se dilate (o abra) el
cuello del útero y causar el nacimiento prematuro
del bebé. Los bebés prematuros necesitan cuidados
intensivos en el hospital luego del parto para
ayudarlos a respirar, alimentarse y regular la
temperatura de su cuerpo.
Cualquier mujer puede tener trabajos de parto antes
de término, pero algunas mujeres tienen un mayor
riesgo debido a problemas en el útero o la placenta,
o por haber tenido un parto antes de término en un
embarazo anterior. No se olvide de beber mucha agua
para evitar deshidratarse, especialmente en climas
cálidos, ya que la deshidratación puede causar
trabajos de parto antes de término.
Llame a su médico de inmediato si tiene alguno de
los siguientes síntomas de trabajos de parto antes
de término:
-
Contracciones — Puede o no sentir dolor, pero su
abdomen o estómago se endurecerá mucho (una
sensación de que se aprieta) y luego se relajará,
una y otra vez.
-
Retortijones similares a la menstruación — Puede o
no sentirse incómoda con estos retortijones, pero
se asemejan a los que siente cuando comienza su
ciclo menstrual.
-
Dolores similares al gas — Se sienten como dolores
agudos en su estómago, o como un virus estomacal.
También puede padecer diarrea o náuseas.
-
Presión pélvica inferior — Se siente como si su
bebé estuviese ejerciendo considerable presión muy
abajo dentro suyo.
-
Dolor
en la parte inferior de la espalda — Puede ser un
dolor intenso o sordo.
-
Sangrado de la vagina — Pueden ser manchas
pequeñas o más sangre como durante el período
menstrual. La sangre puede ser roja o marrón.
-
Aumento en las secreciones de la vagina —
Secreciones mucho más abundantes de lo que está
acostumbrada durante su embarazo. Puede ser hasta
un chorro súbito de mucha agua, o un pequeño goteo
o pérdida continua. Las secreciones pueden ser
líquidas, rosadas o parduscas.
Asegúrese de continuar con los comportamientos
saludables que aprendió durante su primer trimestre
para cuidarse a sí misma y a la preciada vida que
lleva dentro suyo.
Las
mujeres embarazadas aumentan de peso a distinto
ritmo, pero en promedio es normal aumentar
aproximadamente una libra por semana, o alrededor de
tres o cuatro libras por mes, durante este trimestre.
|