Los
desfibriladores ayudan a los pacientes a los que se les acaba de
diagnosticar una enfermedad cardiaca
JUEVES 5 de mayo (HealthDay
News/HispaniCare) -- Investigadores informan que los desfibriladores cardiacos
implantables podrían ayudar a proteger a las personas a las que se les acaba de
diagnosticar un corazón débil no relacionado con la enfermedad de la arteria
coronaria de la misma manera que ayudan a los pacientes que llevan algún tiempo
con la enfermedad.
Los resultados sugieren que las directrices de los Centros de Servicios de
Medicare y Medicaid (CMS) emitidas el año pasado podrían no identificar de forma
segura a los pacientes en riesgo de ataque cardiaco súbito. Estas directrices
actualmente autorizan desfibriladores implantables para las personas a las que
se les ha diagnosticado un corazón debilitado, es decir, cardiomiopatía no
isquémica (CMPNI), durante más de nueve meses.
"Nuestros hallazgos sugieren que las directrices de los CMS podrían no
discriminar confiablemente a los pacientes en alto riesgo de paro cardiaco
súbito. El estudio arroja nuevas luces sobre los beneficios potenciales de los
DCI para los pacientes a los que se les ha diagnosticado un corazón débil menos
de nueve meses atrás", aseguró en una declaración preparada el Dr. Kevin Makati,
cardiólogo del Centro Médico Tufts de Nueva Inglaterra en Boston, investigador
líder.
Su equipo presentó los hallazgos el jueves en las sesiones científicas anuales
de la Heart Rhythm Society en Nueva Orleáns.
Makati y sus colegas evaluaron a 133 pacientes de CMPNI. A 76 de ellos se les
había diagnosticado nueve o más meses antes del estudio, mientras que 57 habían
sido diagnosticados durante los nueve meses anteriores.
Durante el periodo de seguimiento de 27 meses, el equipo no halló diferencia
entre los dos grupos en la aparición de arritmias ventriculares mortales, una
forma de arritmia cardiaca muy peligrosa.
"Este estudio muestra un beneficio claro de los DCI para los pacientes de
cardiomiopatía, independientemente de cuándo había sido el diagnóstico. Los CMS
podrían querer revisar los criterios de cobertura para estos pacientes a la luz
de los nuevos hallazgos", recomendó en una declaración preparada el Dr. Stephen
C. Hammill, presidente de la Heart Rhythm Society.
FUENTE:
HealthDay
URL de esta página:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_24534.html
(*Estas noticias no estarán disponibles después del 04/08/2005)
Traducido del inglés:
Viernes, 6 de mayo, 2005
Derecho de Autor © 2004
ScoutNews, LLC. Todos los derechos reservados.
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VIERNES 6
de mayo (HealthDay News/HispaniCare) --
He aquí otra razón para levantarse del sofá y comenzar a moverse. El ejercicio
frecuente puede ayudar a prevenir un paro cardiaco, sobretodo si se realiza a
largo plazo.
Según una reciente investigación presentada el jueves en la reunión anual de la
Heart Rhythm Society en Nueva Orleáns, las mujeres que no hacían ejercicio o muy
poco, menos de dos horas a la semana, se enfrentaban a un riesgo 6.4 veces
superior de que su corazón se detuviera súbitamente durante o poco después de
hacer ejercicio que las mujeres que realizaban ejercicio moderado o vigoroso
frecuentemente durante más de dos horas a la semana.
El ejercicio sí ejerce presión sobre el corazón, así que el estudio halló un
aumento general de seis veces el riesgo de muerte cardiaca súbita durante el
ejercicio o durante la siguiente hora después de haber terminado una sesión de
ejercicios entre moderada y vigorosa.
Sin embargo, los investigadores también hallaron que un programa de ejercicio
frecuente reducía este riesgo general de muerte cardiaca súbita, pues las
mujeres que hicieron ejercicio entre cuatro y siete horas a la semana redujeron
sus probabilidades de un evento de ese tipo en la mitad, en comparación con las
mujeres que hacían menos ejercicio.
Teniendo todo en cuenta, "el ejercicio a largo plazo reduce el riesgo de muerte
súbita. Existe un mayor riesgo transitorio durante y justo luego del ejercicio
que se reduce con ejercicio frecuente", explicó el Dr. William Whang, becario de
electrofisiología cardiaca del Hospital General de Massachusetts en Boston, uno
de los autores del estudio.
Whang dijo que era importante mencionar que "el riesgo absoluto de muerte súbita
durante el ejercicio es sumamente bajo, cerca de una muerte súbita por cada 18
millones de horas de ejercicio entre moderado y vigoroso".
El Dr. Stephen Siegel, cardiólogo del Centro Médico de la Universidad de Nueva
York, aseguró que este es un asunto viejo y algo complicado.
"Hacer ejercicio aumenta el riesgo de muerte cardiaca súbita, pero si uno lo
hace frecuentemente, el riesgo es menor", explicó Siegel.
La muerte cardiaca súbita no es un ataque al corazón. Durante uno de estos
ataques, se forma un bloqueo que interrumpe el flujo sanguíneo al corazón, por
lo que éste queda privado de oxígeno. En la muerte cardiaca súbita, el corazón
simplemente se detiene. Aunque esta suspensión generalmente se relaciona con
arritmia cardiaca, en muchos casos los médicos simplemente no conocen la causa
subyacente.
Según la Heart Rhythm Society, entre los factores de riesgo de muerte súbita se
encuentran hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto, un estilo de vida
sedentario, obesidad, tabaquismo, una dieta inadecuada, problemas en el ritmo
cardiaco, palpitaciones incluso en reposo y desmayos sin causa aparente.
Whang y sus colegas recogieron información para este estudio del Nurses' Health
Study (estudio sobre la salud de las enfermeras), un trabajo de investigación
amplio y continuo. La información sobre la realización de ejercicios se
recolectó entre 1986, 1988, 1992, 1996, 1998 y 2000.
Los investigadores obtuvieron información de unas 70,000 mujeres sin historia de
enfermedad cardiaca o apoplejía al inicio del estudio. En los 18 años que
pasaron entre 1986 y 2004, 140 de las mujeres que participaron en el estudio
murieron a causa de muerte cardiaca súbita.
El ejercicio moderado a vigoroso incluyó caminar a paso vivo, además de
actividades más intensas que esa, como correr o jugar tenis, según Whang.
Los investigadores hallaron que durante una sesión de ejercicio entre moderado y
vigoroso, y una hora después, el riesgo de muerte cardiaca súbita de una mujer
promedio aumentaba 6.2 veces con relación a cuando estaba en reposo. Sin
embargo, para las mujeres sedentarias (aquellas que realizaban menos de dos
horas de ejercicio a la semana) el riesgo fue significativamente mayor, 20.9
veces que cuando estaban en reposo.
El ejercicio frecuente llevó las posibilidades de muerte súbita a niveles más
aceptables. Las mujeres que hicieron ejercicio más de dos horas a la semana
vieron caer su riesgo de muerte cardiaca súbita durante el ejercicio sólo 3.3
veces más que cuando estaban en reposo.
Y lo que es más importante, hacer ejercicio más frecuentemente también pareció
reducir el riesgo general de una mujer de muerte cardiaca súbita,
independientemente del momento en que ocurriera.
Los investigadores hallaron que las mujeres que hacían ejercicio entre dos y
cuatro horas a la semana presentaban una reducción cercana al diez por ciento de
muerte cardiaca súbita, mientras que las mujeres que pasaron entre cuatro y
siete horas a la semana sudando la gota gorda redujeron su riesgo en 56 por
ciento. Según el estudio, las mujeres que hicieron ejercicio durante más de
siete horas a la semana presentaron una reducción de 69 por ciento en el riesgo.
Luego de hacer ajustes por otros factores de riesgo, como índice de masa
corporal, dieta, diabetes y otros, los investigadores hallaron que el umbral de
beneficios reales para la salud del corazón se hizo evidente cuando las mujeres
hacían ejercicio más de cuatro horas a la semana. Al llegar a ese punto, los
riesgos de muerte cardiaca súbita comenzaron a reducirse notablemente.
"Una de las cosas más críticas por hacer para mejorar la salud y bienestar del
corazón es hacer ejercicio frecuentemente", recomendó Siegel. "Aunque el riesgo
permanece, el beneficio general de hacer ejercicio supera con creces el riesgo
temporal".
Tanto Whang como Siegel aseguraron que alguien que no ha permanecido activo debe
comenzar lentamente. Para la mayoría, es mejor consultar primero con el médico.
Según Siegel, cualquiera que ha sido sedentario y tiene factores de riesgo de
enfermedad cardiaca, como tabaquismo, diabetes, hipertensión arterial,
colesterol alto o una historia familiar de enfermedad cardiaca, definitivamente
debería consultar a su médico antes de comenzar un programa de ejercicios.
También advirtió que los individuos que experimentan cualquier incomodidad o
dolor en el pecho durante el ejercicio deben suspenderlo inmediatamente y buscar
ayuda médica.
FUENTE:
HealthDay
URL de esta página:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_24535.html
(*Estas noticias no estarán disponibles después del 04/08/2005) Por Serena Gordon Reportera de
HealthDay
Traducido del inglés: Viernes, 6 de mayo, 2005
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JUEVES 5 de mayo (HealthDay News/HispaniCare) -- La
sabiduría médica convencional sostiene que dar un golpe en el pecho
de una víctima de ataque cardiaco con el puño, conocido como golpe
precordial, puede restaurar la función normal del corazón, pero una
nueva investigación parece descartarlo como una solución óptima.
"El golpe precordial es algo que se ha hecho parte de nuestra
tradición popular", afirmó el Dr. Harlan M. Krumholz, profesor de
cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y
que no formó parte del estudio. "Se ha convertido en algo que las
personas consideran como una invención mágica, cuando realmente no
está claro si puede ofrecer el beneficio que durante mucho tiempo
pensamos que tenía".
Para llegar a su conclusión, los investigadores dirigidos por el Dr.
Mark S. Link del Centro Médico Tufts-New England en Boston, lanzaron
pelotas de béisbol a 30 ó 40 millas por hora a los pechos de cerdos.
Casi en el 30 ó 50 por ciento de los casos, los cerdos sufrieron una
fibrilación ventricular, un tipo de paro cardiaco que por lo regular
resulta mortal si no se trata de inmediato.
La fibrilación ventricular ocurre cuando los ventrículos inferiores
del corazón se contraen de una manera aleatoria, impidiendo la
circulación de la sangre. Por ejemplo, esto es lo que le puede pasar
a un niño que haya sido golpeado en el pecho con una pelota de
béisbol. La fibrilación ventricular es un tipo de paro cardiaco
usualmente fatal si no se trata inmediatamente.
Entre los 29 animales, los investigadores fueron capaces de inducir
31 casos de paro cardiaco, de acuerdo con el informe, que ha sido
presentado en la reunión anual de la Heart Rhythm Society en Nueva
Orleáns.
En cada caso, el equipo de investigación intento reanimar a los
cerdos sin éxito mediante un golpe precordial. Sin embargo, cuando
los cerdos fueron tratados con un desfibrilador externo, una máquina
que produce choques eléctricos, que sacude al corazón para que
vuelva a su ritmo regular, todos recuperaron su ritmo cardiaco
normal.
"En nuestro modelo de cerdos de fibrilación ventricular producida
por un impacto en las paredes del pecho, el golpe precordial no tuvo
éxito en la terminación de la fibrilación ventricular. Basándonos en
nuestros datos, no podemos recomendar un golpe precordial para las
víctimas que sufren de paro cardiaco, si la desfibrilación externa
está disponible fácilmente", concluyeron los investigadores.
De acuerdo con Krumholz, la American Heart Association considera que
el golpe precordial debería ser un tratamiento opcional.
"Este estudio plantea preguntas sobre si aporta algún beneficio",
declaró.
Si alguien sufre una fibrilación ventricular, sostuvo Krumholz, "las
personas deben tener claridad mental y buscar un desfibrilador
externo para darle choques de forma inmediata. Si no está disponible,
entonces deben proceder con la reanimación cardiopulmonar (RCP)".
El Dr. Roger J. Lewis, experto del departamento de emergencias en el
Centro Médico Harbor-UCLA en Torrance, California, dijo que "los
médicos están acostumbrados a lo aprendido sobre que lo primero que
debe hacerse ante un paro cardiaco es el golpe precordial. De hecho,
lo que se nos enseña es que alguien debe aplicar el golpe precordial
en el pecho mientras otro va a buscar el desfibrilador".
Lewis estuvo de acuerdo con Krumholz sobre los pasos a seguir si una
persona sufre un paro cardiaco. Cuando un niño padece un paro
cardiaco a causa de un accidente deportivo, lo más prioritario es
contactar los servicios médicos de emergencia y empezar la RCP. La
clave para la supervivencia del niño es la desfibrilación externa
para restaurar el ritmo cardiaco, anotó.
"Se debe estar consciente de este riesgo", indicó Lewis. "Si un niño
se cae, se debe llamar inmediatamente al 911, y si por casualidad se
dispone de un desfibrilador automático, envíe a alguien por la
máquina mientras procede a aplicar la RCP".
FUENTE:
HealthDay
URL de esta página:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_24533.html
(*Estas noticias no estarán disponibles después del 04/08/2005)
Por Steven Reinberg Reportero de
HealthDay
Traducido del inglés: Viernes, 6 de mayo, 2005
Derecho de Autor © 2004
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LUNES 2
de mayo (HealthDay News/HispaniCare)
-- En una investigación con ratones, científicos japoneses encontraron una
manera de usar el factor transformador del crecimiento (FTC) beta para ayudar al
corazón a repararse a sí mismo luego de un ataque del corazón, de acuerdo con
informes de la edición actual de Circulation.
El FTC beta, una proteína que regula la respuesta inmune y tiene que ver con la
comunicación entre las células, es liberada por éstas como respuesta a una
variedad de estímulos, como el estrés. El FTC beta puede tener un efecto
beneficioso o dañino sobre las células del corazón.
En un estudio, investigadores usaron FTC beta para convencer a las células madre
de la médula ósea a convertirse en células del corazón. Trataron las células
madre de médula ósea con FTC beta y luego inyectaron las células en los
corazones de ratones a los que se había inducido un ataque al corazón. Luego de
tres meses, los ratones inyectados con las células madre enriquecidas con FTC
beta mostraron una mejoría en el flujo sanguíneo hacia las áreas del corazón
tratadas con las células madre.
Parece que el tratamiento promovió el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y
cerca del 30 por ciento de las células madre enriquecidas con FTC se habían
convertido en células del músculo cardiaco, apuntaron los investigadores.
En el segundo estudio, científicos inhibieron la función del FTC beta para
ralentizar el daño que la proteína puede causar luego de un ataque del corazón.
Los investigadores hicieron inyectando en ratones un receptor artificial del FTC
beta el tercer día luego de un ataque al corazón. El receptor artificial inhibe
la función del FTC beta de manera que no pueda ejercer su efecto negativo.
Inhibir el FTC beta directamente protegió las células en el tejido del corazón
dañadas por los bloqueos del corazón, encontraron los investigadores.
En una declaración preparada, el líder del equipo, el Dr. Hisayoshi Fujiwara,
afirmó que muchos pacientes de ataque al corazón "pierden la oportunidad de una
intervención coronaria porque para ser efectiva tiene que ser realizada a unas
horas luego del inicio del ataque. Luego de que esta oportunidad dorada pasa, no
hay una terapia activa para los pacientes actualmente. Nuestros hallazgos
implican una nueva estrategia terapéutica que es aplicable aún a las personas
que perdieron esta oportunidad dorada".
"Si bien nadie sabe cómo puede ser una proteína tanto mala como buena, la
investigación sugiere que el tiempo lo es todo. Al principio, el FTC beta parece
ser bueno, pero luego de que pasa esa oportunidad, se convierte en algo dañino y
hay que bloquearlo", escribió en un editorial acompañante Ronglih Liao,
codirector del Laboratorio de Investigación del Músculo Cardiaco del Instituto
Cardiovascular Whitaker de Boston.
"En las primeras 24 a 72 horas luego de un daño cardiaco, el FTC beta 1
administrado localmente podría promover la regeneración, pero luego de esta
etapa podría ser dañino", anotó Liao.
FUENTE:
HealthDay
Derecho de Autor © 2004
ScoutNews, LLC. Todos los derechos reservados.
URL de esta página:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_24449.html
(*Estas noticias no estarán disponibles después del 01/08/2005)
Traducido del inglés: Martes,
3 de mayo, 2005
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