Síntomas |
Posible
Problema |
Diagnóstico |
Tratamiento |
Sangrado
vaginal leve e irregular, que suele ser
parduzco; dolor en la parte inferior del
abdomen, a menudo de un lado, al que puede
seguirle dolor pélvico grave; dolor en los
hombros; mareos o vahídos; náuseas o
vómitos. |
Embarazo ectópico
(el óvulo fecundado se implanta fuera del
útero, a menudo en la trompa de Falopio).
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Análisis de sangre;
examen vaginal o abdominal con ultrasonido
(evaluación que utiliza ondas de sonido de
alta frecuencia para formar imágenes del
feto en una pantalla de computadora);
laparoscopía (cirugía para observar en
forma directa los órganos abdominales con
un instrumento de observación).
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Debido a que el
embrión de un embarazo ectópico no puede
sobrevivir, se lo extirpa quirúrgicamente,
o la mujer es tratada con un medicamento
para el cáncer, el metotrexato, que
elimina el embarazo. |
Sed, apetito o
fatiga extremos
(pero a menudo sin síntomas). Además, un
nivel de azúcar en la sangre de 140 mg/dL
o más, medido en una prueba de diabetes.
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Diabetes gestacional
(un tipo de diabetes que suele ocurrir
durante el segundo trimestre de embarazo).
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Análisis de sangre
una hora después de beber un líquido con
glucosa (un tipo de azúcar).
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La mayor parte de
las mujeres puede controlar su nivel de
azúcar en la sangre mediante la dieta y el
ejercicio. Algunas mujeres que padecen
diabetes gestacional o que han padecido
diabetes antes del embarazo necesitan
inyecciones de insulina para mantener su
nivel de azúcar en la sangre bajo control.
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Síntomas similares a
los de la gripe,
tales como fiebre leve, dolor de cabeza,
dolores musculares y cansancio; pérdida de
apetito, náuseas, vómitos y diarrea; orina
oscura y evacuaciones intestinales claras;
dolor de estómago; piel y el blanco de los
ojos que se tornan amarillentos (ictericia);
problemas hepáticos. También a menudo sin
síntomas. |
Hepatitis B (puede
ser contagiada al bebé).
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Análisis de sangre.
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Dentro de las 12
horas luego de haber nacido, su bebé
necesitará una inyección llamada HBIG,
junto con la primera inyección para la
hepatitis B. |
Pequeñas ampollas o
verrugas en el área genital;
fiebre; fatiga; dolores; secreciones
vaginales (amarillentas, con sangre,
verdes, grises, o espesas y blancas como
el requesón, o con olor fuerte); ardor o
dolor al orinar; picazón alrededor del
área genital; picazón o ardor en la
vagina; dolor en las piernas o las nalgas;
dolor durante el coito; infecciones
frecuentes por hongos; sarpullidos en la
piel. |
VIH u otras
enfermedades de transmisión sexual (pueden
ser contagiadas al bebé).
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Análisis de sangre.
Examen físico en busca de síntomas en la
garganta, el ano o el área genital. Examen
visual para inspeccionar la piel en busca
de sarpullidos, bultos o llagas,
especialmente en el área alrededor de los
genitales. Examen pélvico para observar el
interior de la vagina (canal de parto) y
el cuello del útero (abertura del útero o
matriz) y palpar los órganos internos en
busca de inflamación o bultos. Toma de
muestras de fluidos o tejidos del área
vaginal, anal o genital para determinar la
presencia de virus. |
Medicamentos
antivirus; posible parto por cesárea.
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Enfermedad similar a
la gripe
con fiebre, dolores musculares,
escalofríos, y a veces diarrea o náuseas
que pueden avanzar hasta convertirse en
dolor de cabeza grave y tortícolis.
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Listeriosis (infección
de la bacteria Listeria monocytogenes, que
puede encontrarse en los quesos blandos y
los embutidos listos para consumir).
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Análisis de sangre.
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Antibióticos (suelen
prevenir la infección en el bebé).
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Síntomas leves
similares a los de la gripe, o
posiblemente sin síntomas.
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Toxoplasmosis (infección
parasítica que puede ser contagiada al
bebé, y que puede ser contraída de los
excrementos felinos o de la tierra, o por
consumir carne cruda o no suficientemente
cocida que contenga el parásito).
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Análisis de sangre.
Si la madre está infectada, el feto puede
ser evaluado por medio de la amniocentesis
(un análisis del líquido que rodea al bebé,
para diagnosticar ciertos defectos
congénitos) y del ultrasonido.
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Si el feto no ha
sido infectado aún, la madre puede tomar
un antibiótico, la espiramicina (para
ayudar a disminuir la gravedad de los
síntomas en el recién nacido). Si se
sospecha que el feto está infectado, la
madre puede tomar dos medicamentos, la
pirimetamina y la sulfadiazina. Los bebés
infectados son tratados con estos
medicamentos desde su nacimiento hasta el
primer año de edad. |
Dolor o ardor al
orinar;
dolor en la parte inferior de la
pelvis, en
la parte inferior de la espalda, en el
estómago o el costado; temblores,
escalofríos; fiebre; transpiración;
náuseas, vómitos; necesidad frecuente o
incontrolable de orinar; orina de olor
fuerte; cambio en la cantidad de orina;
sangre o pus en la orina; dolor durante el
coito. |
Infección de las
vías urinarias (si no se la trata, puede
trasladarse a los riñones, lo que puede
causar trabajos de parto prematuros).
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Análisis de orina.
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Antibióticos,
normalmente una serie de amoxicilina,
nitrofurantoina o cefalosporina de entre 3
y 7 días. |
Sangrado vaginal
sin dolor
durante el segundo o tercer trimestre. En
muchos casos no hay síntomas.
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Placenta previa (la
placenta, o el órgano que une a la madre
con el feto, cubre parte del cuello
uterino o lo cubre por completo, y puede
causar sangrado grave, a menudo cerca del
fin del segundo trimestre o más adelante).
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Un examen con
ultrasonido. |
Si se diagnostica
luego de la semana 20 de embarazo, pero
sin sangrado, es necesario disminuir el
nivel de actividad y aumentar el descanso
en cama. Si el sangrado es abundante, es
necesaria la internación en un hospital
hasta que la madre y el bebé se
estabilicen. Si el sangrado se detiene o
es leve, se necesita descanso continuo en
cama hasta que el bebé esté listo para el
parto. Si el sangrado no se detiene o
comienzan los trabajos de parto antes de
término, el bebé nacerá por cesárea. |
Sangrado vaginal
durante la segunda mitad del embarazo;
retortijones, dolor abdominal y
sensibilidad uterina. |
Desprendimiento de
la placenta (una condición en la que la
placenta se separa de la pared del útero
antes del parto, privando al feto de
oxígeno). |
Un examen con
ultrasonido. |
Cuando la separación
es menor, el descanso en cama por unos
días suele detener el sangrado. En los
casos moderados puede ser necesario el
descanso absoluto. En los casos graves (cuando
más de la mitad de la placenta se separa)
pueden ser necesarios la atención médica
inmediata y el parto del bebé.
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El feto deja de
moverse y de patear.
Si después de las 26 semanas de embarazo
cuenta menos de 10 patadas por día, o si
el bebé se mueve mucho menos que se
costumbre, consulte a su médico de
inmediato. |
Puede que el bebé
esté sufriendo problemas de oxigenación
con un posible riesgo de parto de feto
muerto. |
Monitoreo no
estresante (NST, por sus siglas en inglés):
mide la reacción del ritmo cardíaco del
bebé a cada movimiento que el bebé hace,
descrito por la madre u observado por un
médico en una pantalla de ultrasonido;
prueba de tolerancia a las contracciones:
suele llevarse a cabo si el monitoreo no
estresante indica un problema – se
estimula al útero para que se contraiga
con el medicamento pitocin para observar
el efecto de las contracciones en el ritmo
cardíaco del bebé; perfil biofísico (BPP,
por sus siglas en inglés): una combinación
del examen NST y de un examen de la
respiración, movimiento corporal y tono
muscular del bebé, y de la cantidad de
líquido amniótico. |
El tratamiento
depende se los resultados de los exámenes.
Si un examen sugiere que existe un
problema, esto no siempre significa que el
bebé esté en peligro. Puede que solo
signifique que la madre necesita atención
especial hasta que nazca el bebé. Esto
puede incluir una gran variedad de cosas,
tales como descanso en cama y más control,
dependiendo de la condición de la madre.
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Hipertensión
arterial (normalmente
alrededor de 140/90); proteínas en la
orina; hinchazón en las manos y el rostro;
aumento súbito de peso (1 libra o más por
día); vista borrosa; dolores de cabeza
graves, mareos; dolor de estómago intenso.
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Hipertensión
arterial relacionada con el embarazo (preeclampsia,
también llamada toxemia). Suele ocurrir
luego de aproximadamente 30 semanas de
embarazo. |
Prueba de presión
arterial; análisis de orina; evaluación
por parte de un médico.
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La única cura es el
parto, que puede no ser lo mejor para el
bebé. Si la condición es leve y la mujer
se acerca al término (37 a 40 semanas de
embarazo), probablemente se induzcan los
trabajos de parto. Si la mujer aún no está
preparada para el parto, puede que su
médico los controle de cerca a ella y a su
bebé. Puede ser necesario el descanso en
cama en el hogar o en el hospital hasta
que la presión arterial se estabilice o
hasta el parto. |
Contracciones, con o
sin dolor,
en cualquier momento del embarazo, que
ocurren más de cuatro veces por hora, o
con menos de 15 minutos de intervalo entre
uno y otro; retortijones intermitentes
similares a los menstruales; retortijones
abdominales con o sin diarrea; dolor sordo
en la espalda que puede extenderse hacia
el abdomen; aumento de las secreciones
vaginales o cambio en el color de las
mismas; presión pélvica constante o
intermitente. |
Trabajos de parto
prematuros o antes de término (trabajos de
parto que suceden después de las 20
semanas de embarazo, pero antes de las 37
semanas completas). |
El control de las
contracciones usando un cinturón elástico
alrededor de la cintura que sostiene un
transductor, o pequeño grabador sensible a
las contracciones. Puede ser usado en la
oficina del médico, en el hospital o en su
hogar. |
Acuéstese con los
pies elevados; beba 2 o 3 vasos de agua o
jugo. Si los síntomas no disminuyen en una
hora, póngase en contacto con su médico.
Puede que necesite tomar medicamentos
llamados tocolíticos o sulfato de magnesio
para detener las contracciones.
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Sentimientos
intensos de tristeza, culpa, desesperanza,
ansiedad o irritabilidad, que pueden
afectar su capacidad de desempeñar sus
funciones; cambios en el apetito;
pensamientos sobre hacerse daño a sí misma
o a su bebé; “baby blues” que no han
pasado después de 2 semanas.
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Depresión posparto
(un tipo de depresión grave que requiere
atención médica y tratamiento).
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Evaluación por parte
de un médico. |
En la mayor parte de
los casos, la depresión posparto puede ser
tratada exitosamente con medicamentos
antidepresivos, psicoterapia,
participación en un grupo de apoyo, o una
combinación de estos tratamientos.
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Dolor o un nódulo en
el seno
acompañados por fiebre o síntomas
similares a los de la gripe; posiblemente
náuseas y vómitos; secreciones
amarillentas del pezón; los senos se
sientes tibios o calientes al tacto; pus o
sangre en la leche materna; líneas rojas
cerca de esta área; los síntomas pueden
aparecer en forma grave y súbita.
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Infección en los
senos (mastitis). |
Evaluación por parte
de un médico. |
Si los síntomas no
se alivian después de seguir los
siguientes consejos por 24 horas, consulte
a un proveedor de atención médica (puede
que necesite un antibiótico). Alivie el
dolor aplicando calor (una almohadilla
térmica o una pequeña botella de agua
caliente) al área dolorida. Masajee el
área, comenzando detrás del lugar que
duele. Use sus dedos en un movimiento
circular y masajee en dirección al pezón.
Amamante frecuentemente del lado afectado.
Descanse. Use un sostén con soporte que le
quede bien y no esté demasiado apretado. |
Una fiebre
baja y cansancio, seguidos por un
sarpullido facial que se asemeja a “una
bofetada en las mejillas”. El sarpullido
puede tener un aspecto similar al del
encaje y aparecer en el tronco, las
piernas y los brazos. Algunos adultos no
tienen sarpullidos, pero pueden padecer
dolor e hinchazón en las articulaciones.
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Una infección viral
llamada quinta enfermedad,
causada por el parvovirus humano B19.
Muchas mujeres en edad de procrear son
inmunes a este virus, y la mayor parte de
las mujeres infectadas durante el embarazo
no tendrá problemas graves como resultado
de la infección. Sin embargo, existe una
pequeña probabilidad en algunas mujeres de
que el virus infecte al feto. Esto aumenta
el riesgo de tener un aborto espontáneo
dentro de las primeras 20 semanas del
embarazo. En las mujeres que tengan
problemas con su sistema inmunológico o
trastornos de los glóbulos rojos tales
como la anemia falciforme, la infección
puede causar anemia grave.
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Depende del aspecto
del sarpullido. Se puede llevar a cabo un
análisis específico de sangre para
confirmar el diagnóstico.
|
No hay un
tratamiento específico, excepto las
transfusiones de sangre que pueden ser
necesarias para las personas con problemas
del sistema inmunológico o trastornos de
los glóbulos rojos. No existe una vacuna
para ayudar a prevenir la infección con
este virus |