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El primer concepto a tener en cuenta
es que el niño adoptado por una pareja estable y deseosa de adoptarlo, no se
diferencia en nada del niño cuyos padres son biológicos y comparten con él su
material genético. El desarrollo y la interacción afectiva son idénticos.
En opinión de muchos pediatras y psicólogos, el niño adoptado debe saber la
verdad tan pronto como sea capaz de entender, en el momento de tener uso de
razón, lo que probablemente será antes de los 4 años de edad. Es importante
ajustar esta información de acuerdo a su grado de madurez, para que la
comprenda. Cuando vaya creciendo, y haga preguntas más específicas, se le deben
dar respuestas sinceras, pero sin presionar el flujo de información.
Los niños adoptados no presentan ningún problema diferente de los niños de su
misma edad; sin embargo, si se adopta un niño mayorcito, es importante enterarse
de sus antecedentes, para proporcionarle la ayuda que requiera.
Cuando otra persona ajena a la familia pregunta, se le debe contestar también de
forma sincera.
Si el niño quiere conocer a sus verdaderos padres, debe permitírsele expresar
sus sentimientos y asegurarle que se le ayudará a buscarlos si todavía desea
conocerlos cuando sea mayor. No se le debe empujar a buscarlos, pero tampoco se
le debe impedir hacerlo. De forma paulatina, suelen ir entendiendo por sí mismos
la dificultad de hacerlo, los problemas legales que ello implica, etc. En este
sentido, la legislación varía según los distintos países.
FUENTE:
tuotromedico.com
¿Es distinto el niño adoptado?
El niño adoptado por una pareja estable y deseosa de adoptarlo, no
se diferencia en nada del niño cuyos padres son biológicos y
comparten con él su material genético. El desarrollo y la
interacción afectiva son idénticos.
¿Debe el niño adoptado saber que lo es?
En opinión de muchos pediatras y psicólogos, el niño adoptado debe
saber la verdad tan pronto como sea capaz de entender, en el momento
de tener uso de razón, lo que probablemente será antes de los 4 años
de edad. Este enfoque le da al niño, a una edad temprana, la
oportunidad de poder aceptar la idea e integrarse al concepto de
haber sido "adoptado".
Otros expertos creen que el hacerle esta revelación al niño a una
edad muy temprana puede confundirlo, y recomiendan que se espere
hasta que el niño sea mayor.
En ambos casos, los niños deben enterarse de su adopción de boca de
sus padres adoptivos. Esto ayuda a que el mensaje de la adopción sea
positivo y permite que el niño confíe en sus padres. Si el niño se
entera de la adopción, intencional o accidentalmente, de boca de
otra persona que no sea uno de sus padres, puede sentir ira y
desconfianza hacia sus padres, y puede ver la adopción como mala o
vergonzosa, ya que se mantuvo en secreto.
Reacciones normales al conocimiento de la adopción
Los niños reaccionan de forma distinta al enterarse de que son
adoptados. Sus emociones y reacciones dependen de su edad y de su
nivel de madurez.
El niño puede negarse a aceptar que fue adoptado y puede crear
fantasías acerca de la adopción. Por ejemplo, con frecuencia los
niños adoptados se aferran a la creencia de que los dieron porque
eran malos, etc. Si los padres hablan con franqueza acerca de la
adopción y la presentan de manera positiva, es menos probable que se
desarrollen estas preocupaciones.
Todos los adolescentes pasan por una etapa de lucha por su
identidad, preguntándose a sí mismos cómo ellos encajan con su
familia, con sus compañeros y con el resto del mundo. Es razonable
que el adolescente adoptado tenga un marcado interés en sus padres
naturales durante esta etapa. Esta curiosidad expresada es común y
no quiere decir que él o ella esté rechazando a los padres
adoptivos.
¿Conocer la identidad de sus padres naturales?
Si el niño quiere conocer a sus verdaderos padres, debe permitírsele
expresar sus sentimientos y asegurarle que se le ayudará a buscarlos
si todavía desea conocerlos cuando sea mayor. No se le debe empujar
a buscarlos, pero tampoco se le debe impedir hacerlo. De forma
paulatina, suelen ir entendiendo por sí mismos la dificultad de
hacerlo, los problemas legales que ello implica, etc. En este
sentido, la legislación varía según los distintos países.
Problemas del niño adoptado
El niño adoptado puede desarrollar problemas emocionales y de
comportamiento. Estos problemas pueden ser resultado de las
inseguridades y asuntos relacionadas con el hecho de haber sido
adoptado, aunque, obviamente, también pueden no tener nada que ver
con este hecho.
Si los padres sienten inquietud, convendría que buscaran ayuda
profesional. Un psicólogo o psiquiatra especializado en niños y
adolescentes puede ayudar al niño y a los padres adoptivos a
determinar si se necesita o no ayuda.
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