Las estadísticas arrojan un número
estremecedor: Se estima que, en el año 2006, 905,000 niños en los
Estados Unidos fueron víctimas del abuso y la negligencia. Es una
cifra preocupante, pero es importante subrayar que siempre
es posible prevenir el abuso y la negligencia de menores. Siempre se
puede hacer algo. Los estados, los gobiernos locales, las
organizaciones comunitarias y los ciudadanos ya están tomando cartas
en el asunto para proteger a los niños. Usted también puede hacer
algo.
Según los investigadores, los padres y cuidadores que cuentan con el
apoyo de sus familias, amigos y comunidades tienen más posibilidades
de construir un hogar seguro y saludable para sus hijos. Pero cuando
los padres se sienten aislados o carecen de este apoyo es más
probable que tomen malas decisiones que pueden llevar al abuso o al
descuido de un menor.
Cada vez más los ciudadanos y las organizaciones se están dando
cuenta que la mejor manera de prevenir el abuso de menores es cuando
los padres encuentran ayuda para desarrollar sus habilidades e
identificar los recursos que necesitan para proteger a sus hijos.
Los padres que reciben esta ayuda están en mejor posición para
entender las necesidades físicas y emocionales que juegan una parte
importante en el desarrollo de sus hijos.
Programas de prevención
Factores de protección
Cómo puede ayudar
Recursos
Programas
de prevención
Muchos estados, gobiernos locales y organizaciones religiosas llevan
a cabo actividades de prevención. Los servicios que proveen varían
ampliamente. Hay servicios de prevención diseñados para un público
general, tal como los anuncios de servicio público en español (en la
tele o la radio) para concientizar al público sobre el abuso de
menores. Otros servicios están específicamente dirigidos a
individuos y familias donde existe un mayor riesgo de abuso o
negligencia de menores. Una clase sobre la maternidad responsable
para madres jóvenes y solteras es un buen ejemplo de estos
servicios. Algunos servicios están diseñados específicamente para
familias donde ha ocurrido el abuso o la negligencia, y sirven para
prevenir su reincidencia o para aminorar los efectos negativos.
Todos podemos hacer algo para prevenir el abuso y la negligencia de
menores. Estas son algunas de las actividades y campañas que
organizan con frecuencia los programas de prevención, y que usted
podrá encontrar en su comunidad o en su condado:
Concientización pública por medio de anuncios de
servicio público en español, pósters y folletos que promuevan un
cuidado infantil saludable y responsable; información sobre la
seguridad de los niños y consejos para denunciar el abuso de
menores
Programas escolares para que los niños
desarrollen destrezas y habilidades, y para que aprendan sobre la
seguridad y cómo autoprotegerse. Muchos de estos programas se
enfocan en la prevención del abuso sexual
Educación para los padres para ayudarlos a
desarrollar habilidades positivas de cuidado infantil y para
identificar y reducir comportamientos relacionados al abuso y la
negligencia de menores
Grupos de apoyo para que los padres puedan
trabajar juntos y para que fortalezcan sus familias y construyan
redes de apoyo social
Visitas a domicilio para promover la seguridad de
los niños ayudando a las madres embarazadas y a las familias con
recién nacidos y niños pequeños para que aprendan más sobre cómo
ser buenos padres y sobre el desarrollo de los niños
Programas de crisis y de apoyo para el cuidado de los
niños que ofrecen asistencia a corto plazo a los padres o
cuidadores que pasan por situaciones difíciles o estresantes
Centros de recursos familiares que trabajan con
personas de la comunidad para desarrollar una variedad de
servicios que cubran las necesidades específicas de las personas
que viven en los alrededores
Todos los programas de prevención exitosos tienen dos elementos en
común, no importa qué servicios ofrezcan o quiénes sean los
beneficiarios. Uno es su capacidad para involucrar a los padres en
todos los aspectos de la planificación del programa; el otro es la
capacidad para autoevaluarse y así garantizar que las familias y los
proveedores de servicios estén trabajando juntos. Los padres
involucrados están más capacitados para identificar soluciones
viables y tienen más probabilidades de llevar a cabo cambios
duraderos y positivos. Tenga en mente estos dos elementos si usted
quiere participar en un programa local.
Otro aspecto clave para garantizar el éxito de un programa de
prevención es su capacidad para proveer servicios basados en
evidencia, en datos duros. Esto quiere decir que se investigan todos
los temas de manera exhaustiva, y que se busca la evidencia para
demostrar que el servicio impacta de manera positiva a los niños y a
las familias para quienes fue diseñado. Es decir, van más allá del
"sentido común" ("este programa no puede ser malo") y buscan
resultados verificables. Esto hace que los proveedores de servicios
tengan más confianza en su trabajo. También puede ser una manera de
justificar la existencia del programa y el presupuesto necesario
para financiarlo cuando los recursos públicos son escasos.
Factores
de protección
Por mucho tiempo el enfoque de los programas de prevención ha sido
reducir el impacto de los llamados factores de riesgo, o
circunstancias que los investigadores han asociado con el abuso y el
descuido en las familias. Por otra parte, los servicios de
prevención también reconocen cada vez más la importancia de los
llamados factores de protección, que a su vez son
circunstancias familiares o comunitarias asociadas a la salud y al
bienestar en las familias. Donde hay más factores de protección, hay
menos factores de riesgo, y esto es bueno para las familias.
En las familias donde existe un mayor riesgo de abuso o negligencia,
los factores de protección sirven para que los padres busquen los
medios, los recursos y las estrategias necesarias para hacer frente
a los problemas y ser buenos padres, aun cuando se sientan agobiados
o estresados.
Los siguientes factores de protección contribuyen a reducir la
incidencia del abuso y la negligencia de menores:
El cariño y la cercanía. Cuando los padres y los
hijos se sienten unidos y contentos los niños desarrollan la
confianza necesaria para prosperar en la vida.
Conocimientos sobre el cuidado de los niños y el
desarrollo infantil y juvenil. Los padres que entienden
sobre el crecimiento y el desarrollo de los niños pueden construir
un entorno para que los niños desarrollen su potencial y crezcan
sanos.
Capacidad para sobreponerse a los problemas. Los
padres que se sobreponen emocionalmente a los problemas demuestran
actitudes positivas, resuelven sus problemas con creatividad,
enfrentan los retos de manera efectiva y tienen menos
posibilidades de descargar sus frustraciones o su ira en los
demás, incluidos sus hijos.
Conexiones sociales. Los amigos de confianza
prestan apoyo a los padres animándolos y ayudándolos a encarar los
retos cotidianos de la vida en familia.
Apoyos concretos para los padres. Los padres
necesitan recursos básicos como ropa, transporte, alimentos,
vivienda y acceso a los servicios esenciales para cubrir las
necesidades básicas de la familia (como el cuidado de los niños,
el cuidado médico y los servicios de salud mental). Estos recursos
básicos son necesarios para garantizar la salud y el bienestar de
los niños.
Cómo
puede ayudar
Ser padre o madre es uno de los trabajos más importantes y difíciles
en los Estados Unidos, y todos tenemos que asegurarnos de que los
padres cuentan con los recursos y respaldos necesarios. La comunidad
entera juega una parte ayudando a las familias a fortalecerse para
que puedan criar niños sanos, seguros y productivos.
Usted, en su comunidad o vecindario, puede contribuir de esta
manera:
Conozca a sus vecinos. Los problemas son más
llevaderos cuando un vecino nos puede prestar ayuda.
Ayude a una familia afectada por el estrés.
Ofrézcase para cuidar a los niños; ayude a la familia con sus
pendientes y encargos; recomiende recursos o programas de
asistencia en su comunidad.
Conozca a los niños de sus vecinos. Una sonrisa o
una palabra de aliento puede significar mucho, ya sea que venga de
un padre o de un vecino.
Participe en la vida de su comunidad. Involúcrese
en actividades escolares, de beneficencia o comunitarias; trabaje
como voluntario en un hospital de niños, agencia de servicios
sociales u otro lugar donde ofrezcan asistencia a las familias y a
los niños.
Mantenga su vecindario seguro. Promueva un plan
de vigilancia para su vecindario o planee una actividad
comunitaria para el Día Nacional de la Vigilancia Comunitaria.
Tendrá la oportunidad de conocer a sus vecinos y al mismo tiempo
promover la seguridad de los niños que viven en su vecindario.
Aprenda a reconocer y a denunciar el abuso y la
negligencia de menores. Al reportar sus inquietudes usted
puede proteger a un niño y beneficiar a una familia que necesite
ayuda profesional.
FUENTE:
childwelfare.gov |