Siervo, a ti te hablo
desde lo más profundo de mi corazón
A ti, que Dios te escogió, te habló,
te llamó, te tomó de su mano
y te guió por caminos que quizás
muchas veces no comprendías,
por circunstancias que no entendías;
a ti que te mostró su voluntad
y fuiste capaz de renunciar a todo
Solo por AMOR ...
Amor al Padre que dio todo por ti,
Amor al Hijo que se sacrificó por ti,
Amor al Espíritu Santo que mora dentro de ti.
A ti, pensando en todos los obstáculos,
los problemas, las dificultades
por las cuales tuviste que atravesar.
Personas que se opusieron,
una familia a la que le costó comprender,
creyentes que no entendieron ...
Sin embargo tu corazón fue sabio,
tu corazón estuvo dispuesto,
tu corazón estuvo abierto ...
Para escuchar su voz, entender su mandato
y ser sensible a esas almas,
que día a día se están perdiendo.
A ti que pusiste tu vida en sus manos,
tu futuro a sus pies,
tu voluntad en su altar,
tu yo en el sacrificio,
diste todo por El y para El.
A ti ... querido misionero
que caminas este sendero,
muchas veces en fuertes tormentas
otras en días de sol.
A veces solo, otras acompañado;
sin saber cuál será el próximo paso;
pero siempre dispuesto y
con espíritu de sacrificio.
A ti ... querido hermano ,querido misionero
a ti te hablo de lo profundo de mi corazón,
porque por ti oro, un pueblo ora,
para que tus brazos nunca bajen
tu fe nunca flaquee y
tu espíritu se fortalezca.
Porque servimos a un Dios grande,
único, eterno.
También a ti te hablo
querido hermano en donde estés,
porque el llamado es para todos:
debemos involucrarnos. El nos necesita;
el campo misionero nos espera,
podemos ir o podemos dar ...
y nunca debemos dejar de ORAR.
A ti te hablo porque El me habló,
No debemos desoir su voz ...
que fue el ejemplo de MISIONERO
demos pasos de Fe y sigamos a nuestro Señor,
digno de imitar y no defraudar.
Autor: Sandra I.E.Marretta
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