El mito de la delgadez.
Vivimos en una sociedad que idolatra, entre otras
cosas, la imagen, el cuerpo y
la delgadez.
La Moda muestra a modelos con una anoréxica delgadez,
y las personas que solo viven para estar a la moda,
sobre todo los adolescentes, hacen lo que sea para
parecerse a quienes modelan la ropa y lucir
extremadamente delgados como ellos.
Socialmente y en la industria indumentaria, se ha
hecho creer que la moda es lucir como maniquí, que la
ropa solo le queda bien a los muy delgados, y que los
talles chicos son más fáciles de conseguir.
Esta gran manipulación social, ha llevado a la gran
mayoría de adolescentes, sobre todo mujeres, a una
loca obsesión de delgadez, al punto de poner a muchas
de ellas al borde de la muerte, por un déficit severo
de alimentación.
Los adolescentes, al estar en plena formación de sus
cuerpos, carácter y orientación de vida, son los más
propensos a caer en la trampa de las modas y esto los
lleva a ser más inestables emocionalmente y en el
ritmo de vida.
Tratando de seguir modas, los adolescentes caen en
todo tipo de peligros, sea de drogas, bebidas, sexo y
en todo lo nocivo y perjudicial para sus cuerpos,
mentes y espíritus.
Para mantenerse delgadas, muchas adolescentes hacen
todo tipo de dietas, toman todo tipo de pastillas y
provocan desordenes alimenticios
La anorexia y la bulimia son enfermedades de desorden
alimenticio, que afecta cada vez a mas adolescentes
obsesionados con la delgadez.
La Anorexia
Las
personas que intencionalmente pasan hambre para tener
una perdida de peso rápido, sufren de un trastorno
alimenticio llamado anorexia nerviosa.
Este trastorno, generalmente comienza en personas
jóvenes que se encuentran en el período de la
pubertad. La anorexia implica la pérdida de peso
extrema (por lo menos 15% por debajo del peso normal
del individuo). Muchas personas con este trastorno se
ven demacrados, pero están convencidos de que tienen
exceso de peso. La falta de alimentacion es tan grande
en estas personas que hay veces que deben ser hospitalizadas
Anorexia (síntomas).
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Miedo a subir de peso.
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Disminución de la cantidad de
comida ingerida.
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Pérdida excesiva de peso.
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Ejercicio físico excesivo.
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Pérdida de la menstruación (amenorrea).
Bulimia (síntomas).
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Miedo a subir de peso.
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Atracones de comida.
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Peso normal.
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Reglas irregulares.
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Vómitos autoprovocados.
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Abuso de laxantes.
Abre los ojos ante ...
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Hacer deporte en exceso.
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Tener preferencia por los
alimentos light.
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Aislarse continuamente.
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Acumular golosinas y comer con la
sensación de no poder parar.
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Tener dificultades para dormir
bien.
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Tener un estado de ánimo triste
con grandes cambios de humor.
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En relación con los alimentos:
hacen trozos muy pequeños, los esparcen por el plato,
revuelven la comida, la escurren, la secan con
servilletas para evitar todo tipo de grasa, etc...,
y al final apenas prueban bocado.
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Padecer estreñimiento debido a su
escasa dieta, por eso recurren a menudo al abuso de
laxantes. En la bulimia se utilizan para
contrarrestar los atracones.
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Recibir continuos comentarios
sobre lo delgado/a que está, pero no se lo cree.
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Hacer creer a los demás que come
normalmente, pero lo que hace es esconder los
alimentos, tirarlos o si los come los vomita.
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Tener obseción por quemar
calorías y para ello come de pie, duerme poco, se
vuelve hiperactiva.
Nos debemos preocupar ...
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Cuando a nivel físico van más
abrigado/as que la mayoría.
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Se cansan mucho. El pulso, la
tensión arterial y la frecuencia cardíaca están más
baja de lo normal.
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En su cuerpo aparece una cubierta
de pelo muy fino (llamado lanugo).
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Se les cae mucho el pelo, la piel
se vuelve seca, pálida y morada.
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Aparecen mareos y desmayos
debidos a la malnutrición.
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Generalmente en las chicas, hay
una pérdida de la menstruación (si es que ya la
tenían); en las chicas que no han tenido su primera
regla, suele haber un retraso y una falta de
maduración general.
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Emocionalmente, suelen ser
personas con poca autoestima, muy inseguras, con
cierto nivel de ansiedad y muy autoexcigentes y
perfeccionistas consigo mismas, o lo hacen todo bien
o no hacen nada.
¿Cómo defendernos?
Aunque esta enfermedad no hace
distinciones de sexo y edad, afecta más a las chicas
(95% respecto a los hombres), con un carácter
perfeccionistas y baja autoestima. Es importante que
los jóvenes aprendan a quererse como son, con sus
virtudes y defectos, y no obsesionarse con alcanzar
una perfección que por definición es imperfecta.
Cuando el paso de niña a mujer, se
vive con exagerada angustia (no admiten el cambio
corporal), es recomendable pedir ayuda a un psicólogo,
y evitar desequilibrios mayores.
En la expansión de estas
enfermedades está influyendo bastante la publicidad,
por lo que es conveniente aprender a defendernos de
ella (de los modelos que nos presentan), y saber
resistir a la presión del grupo a la que en muchas
ocasiones nos someten personas de nuestro propio
entorno. Para desarrollar una vida saludable, es
imprescindible una buena y equilibrada alimentación,
pero también es importante para poder vivir,
quererse
a uno mismo, y aceptarnos tal y como somos.
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