El sabio oye consejos
Más vale ser pobre y honrado,
que ser necio y tramposo.
No es bueno actuar sin pensar;
la prisa es madre del error.
El tonto fracasa en todo,
y luego dice:
"¡Dios tiene la culpa!"
El rico tiene muchos amigos;
el pobre no tiene ninguno.
No hay testigo falso
que salga bien librado;
todo mentiroso recibe su castigo.
A los ricos les sobran amigos;
todo el mundo busca su amistad
por los regalos que dan.
Al pobre ni sus hermanos lo quieren;
¡mucho menos lo buscan sus amigos!
Cuando más los necesita,
no están para ayudarlo.
Si en verdad te aprecias, estudia.
Bien harás en practicar lo aprendido.
No hay testigo falso
que salga bien librado;
todos los mentirosos serán destruidos.
No hay nada más absurdo
que un tonto viviendo entre lujos,
y un esclavo gobernando a reyes.
Es de sabios tener paciencia,
y es más honroso perdonar la ofensa.
Cuando el rey se enoja,
grita como león furioso.
Cuando el rey está contento,
reanima como fresca lluvia.
El hijo tonto arruina a su padre,
y la esposa peleonera
poco a poco arruina al marido.
La casa y el dinero
son regalo de los padres;
la esposa inteligente
es un regalo de Dios.
Tanto duerme el perezoso
que acaba pasando hambre.
El que respeta una orden
se respeta a sí mismo;
el que deja de cumplirla
dicta su sentencia de muerte.
Prestarle al pobre
es como prestarle a Dios.
¡Y Dios siempre paga sus deudas!
Corrige a tu hijo
antes de que sea muy tarde;
no te hagas culpable de su muerte.
Quien fácilmente se enoja
sufrirá las consecuencias;
no tiene caso calmarlo,
pues se enciende más su enojo.
El que oye consejo
y acepta que lo corrijan,
acabará siendo sabio.
El hombre propone,
y Dios dispone.
Todo el mundo quiere tener
a alguien en quien confiar;
todo el mundo prefiere al pobre
más que al mentiroso.
Obedece a Dios y vivirás;
así dormirás tranquilo
y no tendrás ningún temor.
Hay gente tan perezosa
que hasta de comer se cansa.
El tonto sólo aprende
a través del castigo;
al que es sabio le basta
con sólo ser reprendido.
No hay hijo más malo
ni más sinvergüenza
que el que roba a su padre
y echa a la calle a su madre.
Querido jovencito,
si no aceptas la corrección,
te apartarás de los sabios consejos.
Un testigo malvado
se burla de la justicia;
su alimento es la maldad.
Para el malcriado, el castigo;
para el tonto, los azotes.
(Biblia lenguaje sencillo)
Ver Explicación de Proverbios 19
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