| 
 
 
                        
                      Por Robert T. Brown, M.D. 
                      Los cambios que ocurren en los cuerpos de los 
                      adolescentes conforme maduran y se convierten en adultos 
                      son asombrosos. En tan sólo unos pocos años, estos niños 
                      se convierten en adultos capaces de la reproducción. 
                      Crecen varias pulgadas, sus rostros cambian de proporción, 
                      sus genitales y características sexuales secundarias se 
                      desarrollan, los músculos se desarrollan y la grasa se 
                      traslada a diferentes ubicaciones. Es una verdadera 
                      maravilla.
                      En esta breve descripción de los cambios físicos (la 
                      pubertad) que ocurre durante la adolescencia, trataré de 
                      trasladarle a los padres y madres de familia lo 
                      maravilloso y fascinantes que son estos cambios, 
                      particularmente cuando ellos y sus hijos están informados 
                      anticipadamente sobre los cambios que ocurrirán y cuándo 
                      ocurrirán.
 
 Durante la niñez, una pequeña área de la base del 
                      cerebro (el núcleo arqueado), y una glándula en la misma 
                      ubicación—la glándula pituitaria—interactúan con las 
                      gónadas (ovarios en las niñas, testículos en los niños) en 
                      un sistema muy afinado que mantiene la producción de estas 
                      tres áreas muy baja. Este sistema es muy parecido a un 
                      termostato. Cada vez que la temperatura sube demasiado, el 
                      aire acondicionado se enciende para mantener la 
                      temperatura dentro de un rango muy angosto.
 
 En algún momento de la última etapa de la niñez—no 
                      sabemos por qué estos cambios empiezan cuando empiezan—el 
                      área del cerebro comienza a ser menos sensible a las 
                      hormonas de las gónadas (estrógeno en las niñas y 
                      testosterona en los niños). Esto permite que el cerebro 
                      produzca más de su hormona con el resultado que se le 
                      permite a las gónadas producir más de sus hormonas antes 
                      de que se apaguen. Este incremente hormonal continua a 
                      través de la pubertad hasta que las hormonas alcanzan los 
                      niveles de adulto en la sangre.
 
 Conforme la cantidad de estrógeno o testosterona en la 
                      sangre incrementa, se alcanzan grados suficientemente 
                      altos para que tengan un efecto sobre el cuerpo del niño o 
                      la niña. Es aquí cuando observamos el inicio de la 
                      pubertad.
 
 Un segundo efecto del incremento de los grados de 
                      estrógeno o testosterona es el efecto de estimulación que 
                      tienen sobre la producción de la hormona de crecimiento en 
                      la glándula pituitaria. Esto causa que el cuerpo del niño 
                      o la niña comience a crecer más rápidamente de lo que 
                      había estado creciendo y el incremento rápido—en tan sólo 
                      3 a 5 años—lleva al niño o la niña a alcanzar su altura 
                      plena de adulto. Las áreas de crecimiento de los huesos 
                      también son afectadas y cuando se solidifican, el 
                      crecimiento ha terminado.
 
 No es ningún secreto para los padres y las madres que 
                      las hormonas gónadas que incrementan tienen un gran efecto 
                      sobre lo que llamamos las "características secundarias del 
                      sexo". Este término se refiere a los pechos y al bello 
                      corporal en las mujeres y al pene / testículos y bello 
                      corporal en los hombres. El estrógeno es una hormona en 
                      las niñas que hace que sus pechos se agranden, que la capa 
                      de la vagina cambie y que el útero empiece a tener 
                      períodos. Una hormona de glándulas diferentes, las 
                      glándulas adrenales, es responsable del crecimiento del 
                      bello pélvico y del bello en las axilas. En los niños, la 
                      hormona activa para todos los cambios secundarios del sexo 
                      es la testosterona, la cual también causa que los 
                      testículos produzcan espermas.
 
 La pubertad empieza tan temprano como desde los 6 o 7 
                      años de edad y no más tarde que los 12 años en las niñas. 
                      Ocurre tan temprano como desde los 8 o 9 años de edad y no 
                      más de los 13 años de edad en los niños. Todo el proceso 
                      dura alrededor de 4 años. Los niños generalmente comienzan 
                      alrededor de 1-2 años después de las mujeres, y el momento 
                      durante la pubertad cuando ocurre un incremento muy rápido 
                      en altura --"el estiramiento"—ocurre antes en el 
                      desarrollo de pubertad de la niñas que en la de los niños. 
                      El resultado es que en sexto, séptimo y octavo grado, las 
                      niñas generalmente son mucho más altas que los niños. Los 
                      niños las alcanzan en noveno o décimo grado.
 
 La menstruación de las niñas generalmente empieza a la 
                      mitad de la pubertad después de que ellas se hayan "estirado". 
                      Así que cuando una niña tiene su primera menstruación, 
                      sólo le queda entre 1 o 2 pulgadas más de crecimiento. Al 
                      inicio de la vida menstrual de una niña, sus ovarios 
                      generalmente no producen un huevo cada mes (la ovulación). 
                      En la mayoría de niñas, la ovulación regular ocurre 3 o 4 
                      años después de su primera menstruación.
 
 Los niños crecen más antes de que sus cuerpos le 
                      dedique mayor esfuerzo a la construcción de los músculos. 
                      Al pasar por su "estiramiento", sus testículos también 
                      empiezan a fabricar suficiente esperma para embarazara a 
                      una niña si tuvieran relaciones sexuales.
 
 Las niñas no pierden grasa corporal durante la pubertad 
                      –sólo les cambia de lugar. En una niña, la grasa tienda a 
                      acumularse alrededor de la cintura, pero conforme madura, 
                      se traslada a los pechos, caderas y muslos. Los niños, por 
                      el otro lado, sí pierden grasa durante los momentos en que 
                      se estiran. Si engordan después de que terminaron de 
                      crecer, es porque no redujeron la cantidad de alimentos 
                      que ingerían después que terminaron de crecer.
 
 Como podrán ver, todo este proceso de pubertad es 
                      realmente fascinante. Armados con conocimiento de lo que 
                      ocurrirá y cuándo, los padres de familia y los 
                      adolescentes pueden afrontar estos cambios con una 
                      anticipación alegre. Si tiene más preguntas sobre la 
                      pubertad, comuníquese con el pediatra de su hijo/a.
 
 
 
                      
 Por Maria Ringel
 El siguiente texto se publica con el permiso de THE 
                      FEMALE PATIENT®. Originalmente apareció en THE FEMALE 
                      PATIENT®. 1999;S16:6-10.
                      Las "realidades de la vida" apenas empiezan. Haga que 
                      la educación sea parte de la vida familiar desde el 
                      principio y mantenga una comunicación abierta durante 
                      todas las edades.
 La orientación de los niños y niñas a través del 
                      laberinto de la sexualidad en la década de los 90s y más 
                      allá, es una oportunidad única. Es un proyecto a largo 
                      plazo que inicia cuando sus hijos e hijas son muy jóvenes 
                      y se extiende a través de su adolescencia. No obstante, 
                      como muchos de esfuerzos largos, las recompensas son 
                      grandes. Los padres responsables pueden pavimentar el 
                      camino hacia una vida sexual alegre y sana para sus hijos 
                      e hijas—cuando sea el momento correcto.
 
 Los niños y niñas quizá no lo admitan, pero necesitan 
                      mucha ayuda en cuanto a aprender a dirigir su impulso 
                      sexual. No permita que la vergüenza le impida ayudar a sus 
                      hijos  a tomar las decisiones difíciles de la adolescencia y 
                      de más allá. "Preparar a los hijos para la vida de adultos 
                      es una de las cosas más importantes que hacemos, como 
                      padres", dice Debra W. Haffner, MPH, Presidente y Jefe 
                      Principal del Consejo de Información y Educación sobre la 
                      Sexualidad de Estados Unidos de América (SIECUS por sus 
                      siglas en inglés), en la ciudad de Nueva York.
 
 ¿Comunicación o permiso?
 
 Algunos padres temen que discutir el sexo equivale a 
                      permitirlo. Eso no es así. No existe evidencia, aún 
                      después de cientos de estudios sobre esta temática, que 
                      hablar sobre el sexo hace que los niños quieran salir a 
                      experimentarlo. De hecho, los estudios muestran que cuando 
                      los padres hablan sobre el sexo, hay más probabilidad que 
                      sus hijos e hijas hablen ellos mismos sobre el tema, que 
                      retrasen sus primeras experiencias sexuales y que se 
                      protejan contra el embarazo y las enfermedades cuando 
                      tienen relaciones sexuales. Las investigaciones sugieren 
                      que los adolescentes que sienten una conexión cercana con 
                      los miembros de su familia tienen menos probabilidad de 
                      tener relaciones sexuales a una temprana edad o de 
                      comprometerse en conductas riesgosas, que aquellos que se 
                      sentían más distanciados de sus familiares.
 
 Su hijo o hija escuchará sobre el sexo de alguien; ¿No 
                      debería ser de usted? Como Cynda Ann Johnson, MD, MBA, 
                      Profesora de Medicina Familiar, Obstetricia y Ginecología 
                      del Centro Médico de la Universidad de Kansas, les dice a 
                      los padres de familia, "Esto está por todas partes. ¿Quieren 
                      meter su cucharada o no?
 
 Según Felix Gardon, coordinador de alcance en SIECUS, 
                      es natural que los padres se sientan incómodos al hablarle 
                      a sus hijos sobre la sexualidad. Pero al evitar dichas 
                      conversaciones, uno les estaré diciendo indirectamente que 
                      no está dispuesto a conversar. Al acercarse al tema cuando 
                      sus hijos aún están en edad preescolar, tendrá la 
                      oportunidad de hablar primero sobre temas de mayor 
                      comodidad como el amor y la responsabilidad y luego, 
                      conforme crecen, eventualmente discutir los temas 
                      complejos tales como las relaciones y la conducta sexual.
 
 
                      
 La comunicación eficaz entre padres e hijos es la base 
                      de un diálogo continuo sobre el sexo, dice Barbara Kemp 
                      Huberman, RN, BSN, Med, Directora de Capacitación y 
                      Educación sobre la Sexualidad en "Advocates for Youth" una 
                      organización de Washington, DC dedicada a ayudar a los 
                      jóvenes en la toma de decisiones cuidadosas y responsables 
                      sobre el sexo. Hable con la verdad, aconseja Huberman. 
                      Ademita cuando no sabe algo y ofrezca buscar la respuesta 
                      en forma conjunta. Siempre responda en una forma cariñosa. 
                      No le sugiera al niño o niña que la vergüenza es parte de 
                      hacer la pregunta. Por lo contrario, diga "me alegra que 
                      me hayas preguntado. Platiquemos sobre esto".
 
 Exhorte a sus hijos e hijas que le pregunten sobre la 
                      verdad de las cosas que escuchan de sus compañeros. Se 
                      asombrará de todas las falacias que se les han dicho a sus 
                      hijos. Y no espere para que sea "el momento adecuado" para 
                      traer a la luz temas y para responder a las preguntas. 
                      "Los niños y las niñas hacen preguntas en los momentos más 
                      divertidos", dice la Dra. Johnson, madre de dos niños. 
                      Antes de dormir es uno de los favoritos. Aunque uno quizá 
                      quiera apagar la luz, dice ella, "aproveche el momento. Si 
                      espera, no volverá".
 
 Comparta sus valores
 
 Comparta sus valores y creencias con sus hijos e hijas 
                      y explíqueles las razones tras de éstos. Un buen rompe 
                      hielo para las discusiones sobre los valores sexuales es 
                      la conducta de los personajes en los programas de 
                      televisión o en las películas. Use la cultura popular los 
                      eventos actuales como un trampolín para discutir los 
                      asuntos sobre la sexualidad, tales como la homosexualidad
 
 Qué decir y cuándo
 
 No trate de decirle todo a sus hijos de una sola vez, 
                      aconseja la doctora Johnson. Los niños y niñas que 
                      estudian en primaria, por ejemplo, sólo pueden absorber un 
                      punto central por conversación. La Dra. Johnson comienza 
                      hablándoles a los pacientes a la edad de 5 o 6 años (consulte 
                      "Qué decir y cuándo decirlo"). Ella le pide a los padres 
                      permiso para platicar con sus hijos mucho antes de que 
                      ellos estén sexualmente activos. Su invitación repetitiva 
                      para dialogar "si las cosas en su vida cambian" ha sido 
                      premiada con muchas llamadas y visitas de los 
                      adolescentes, dice ella.
 
 Hablar con sus hijos sobre el sexo desde edades 
                      tempranas también tiene un lado práctico: Ayuda a 
                      protegerlos del abuso sexual y la coerción. Hasta los 
                      niños y niñas pequeños necesitan poder resistirse a las 
                      tentaciones de los niños mayores y los adultos. La 
                      protección de los niños y niñas contra los predadores 
                      involucra cierta explicación, ya que, como Gregory 
                      Brotzman, MD, Profesor de la Familia y la Medicina 
                      Comunitaria en el Colegio Médico de Wisconsin en Milwaukee 
                      les recuerda a los padres de familia, la mayoría de los 
                      adultos que abusan sexualmente de los niños son miembros 
                      de la familia y vecinos -no extraños. "Mis tres hijos 
                      saben que nadie los toca en sus partes íntimas", comenta 
                      el Dr. Brotzman. Instruya a sus hijos para que le cuenten 
                      si sucede algo extraño y que los "secretos" no son buenos.
 
 SIECUS aconseja que uno le empiece a hablar a los niños 
                      de edad preescolar ayudándolos a nombrar todas las partes 
                      del cuerpo. Responda a las preguntas de los niños y niñas 
                      preescolares sobre sus cuerpos, salud y sexualidad. Los 
                      niños y niñas pequeños pueden comprender más sobre asuntos 
                      complejos sobre la salud, las relaciones y la sexualidad; 
                      responda a sus preguntas sobre cómo una mujer se embaraza, 
                      cómo crece el feto y demás. Conforme la edad de la 
                      pubertad baja y baja -la edad promedio es ahora 11 y aún 
                      menos para los afro-americanos—uno necesita empezar a 
                      preparar a sus hijos a los 8 o 9 años para ese cambio 
                      significativo. Explíqueles sobre el desarrollo de los 
                      pechos, los cambios de cuerpo y del bello, la menstruación 
                      y la necesidad de usar desodorante. Reasegúrele a sus 
                      hijos que debido a que este desarrollo físico sucede a 
                      diferentes edades en diferentes personas, lo que les 
                      sucede (o no les sucede) es importante: "Tu cuerpo es 
                      especial y único. Cuando estés listo / a te pasará a ti". 
                      Recuérdeles que los sentimientos que comienzan a tener, o 
                      que tendrán, son normales.
 
 De hecho "¿Soy normal?", es la preocupación silenciosa 
                      que se esconde detrás de muchas de las preguntas de los 
                      niños y niñas sobre el sexo. Necesitan escuchar que el 
                      deseo sexual y la intimidad son una parte natural, 
                      saludable y gozosa de una relación amorosa -cuando estén 
                      listos.
 
 
 
                      
 Sepa qué esperar de sus hijos e hijas y de respuestas 
                        que sean apropiadas a su edad y su experiencia.
 
 Infantes y preescolares (0-2 años de edad). 
                        Ayude a los niños y niñas a nombrar todas las partes de 
                        sus cuerpos, utilizando los nombres correctos (pene/vulva). 
                        A esta edad, ellos están absorbiendo información sobre 
                        lo que es ser hombre o mujer y los papeles de los niños 
                        y niñas y los hombres y mujeres en sus vidas.
 
 Niños y niñas preescolares (3-4 años de edad). 
                        A esta edad los niños y niñas hacen muchas preguntas 
                        sobre sus cuerpos y sobre por qué los niños y las niñas 
                        tienen genitales diferentes. Crea un ambiente en el que 
                        ellos se sientan libres para hacer preguntas y obtener 
                        respuestas sobre sus cuerpos, salud y sexualidad.
 
 Los niños y las niñas pequeños (5-8 años de edad). 
                        A esta edad, los niños y las niñas pueden comprender 
                        asuntos más complejos y están interesados en aprender 
                        más sobre la vida. Tendrán preguntas / temores sobre la 
                        sexualidad y están listos para escuchar sobre lo que 
                        usted piensa y siente. Cuénteles sobre cómo una mujer 
                        resulta embarazada, cómo crece un feto dentro del cuerpo 
                        de la mujer y por qué los hombres no pueden quedar 
                        embarazados.
 
 Pre-adolescentes (9-12 años de edad). Los 
                        niños y las niñas están preocupados sobre sus cuerpos, 
                        su apariencia y lo que es "normal". Aliéntelos a que 
                        hagan preguntas y que se aproximen a usted con sus 
                        preocupaciones. Platíqueles sobre el embarazo y la 
                        prevención de enfermedades. Explíqueles las posibles 
                        consecuencias de las relaciones sexuales y que las 
                        mismas son una conducta para personas adultas y no para 
                        jóvenes. Necesitan saber sobre cómo las enfermedades de 
                        transmisión sexual y el VIH se transmiten y sobre los 
                        condones y otros métodos de protección. Refuerce sus 
                        valores y aliente la comunicación.
 
 Adolescentes (13-19 años de edad). Dé mensajes 
                        claros sobre sus valores. Reconozca que los adolescentes 
                        necesitan destrezas e información para actuar sobre sus 
                        valores. Reconozca que los adolescentes frecuentemente 
                        no esperan hasta que son adultos para tener relaciones 
                        sexuales. Hábleles sobre métodos para reducir los 
                        riesgos de enfermedades sexualmente transmitidas. Si su 
                        hijo o hija está sexualmente activo/a, háblele sobre 
                        todas las conductas sexuales placenteras que no 
                        transmitirán VHI o lleven a un embarazo.
 
 
 
                        
                        FUENTE:  Adaptado con el permiso de "Talking to 
                        Your Kids About Sexuality," (Hablando con sus hijos 
                        sobre la sexualidad) del Consejo de Educación e 
                        Información sobre la Sexualidad de Estados Unidos. 
                      
                        
                        
 
                      
                        
                        
 
 La maduración física puede llevar a los niños y las 
                      niñas a probar relaciones sexuales que ellos "no estén 
                      preparados para manejar emocionalmente". Podrá decirle a 
                      su hija " Has llegado a la pubertad y podrás encontrarte 
                      atraída a los niños mayores. Créeme, no estás lista para 
                      eso".
 
 Es difícil establecer normas y reglas, dice Huberman en 
                      acuerdo, pero también es muy importante. "Entre más 
                      temprano permita que sus hijos participen en conducta de 
                      adultos", señaló, "más temprano será el momento en que 
                      ellos suban la escalera (de la responsabilidad)". La 
                      sociedad estadounidense bajó "las marcas de la edad" que 
                      una vez las comunidades hicieron claras, dice Huberman, 
                      tales como la edad en que las niñas podían usar maquillaje. 
                      Ella sugiere unir fuerzas con los padres y madres de las 
                      amigas de su hija para tomar estas decisiones en forma 
                      conjunta.
 
 El punto de vista del Dr. Brotzman, prohibiendo las 
                      citas amorosas antes de los 16 años de edad, le quita 
                      presión a los niños. "Uno puede decir, "Sólo porque 
                      quieres algo no quiere decir que ese algo sea bueno para 
                      ti"", sugiere. "Los niños no cuentan con suficientes 
                      personas a quienes admiran que digan "Este no es el lugar 
                      ni el momento para las relaciones sexuales"". Los padres 
                      de familia necesitan darles permiso a sus hijos para que 
                      NO tengan relaciones sexuales antes de que estén listos/as, 
                      dice la Dra. Johnson, en acuerdo. Muchos niños y niñas 
                      quieren escuchar que está bien que se abstengan, afirma 
                      ella.
 
 Desaliente las relaciones sexuales prematrimoniales si 
                      usted no lo aprueba, dice Haffner del SIECUS, pero agregue 
                      que si se tienen relaciones sexuales es importante 
                      protegerse contra el embarazo y las enfermedades (consulte 
                      "Discussions on Birth Control" - Discusiones sobre los 
                      anticonceptivos) ¿Es un mensaje mezclado? Quizá lo sea, 
                      responde ella, pero también lo son los buenos consejos 
                      como "No quiero que bebas alcohol, pero si lo haces, 
                      llámame y yo iré por ti".
 
 Platique sobre las relaciones sexuales antes de que su 
                      hijo se involucre con alguien para que sus comentarios no 
                      sean vistos como un intento por menoscabar a una persona 
                      en particular. Los niños y niñas idealistas no pueden 
                      imaginarse los peligros del sexo. Explíqueles que hasta 
                      las personas buenas pueden ser engañosas cuando lo que 
                      quieren es sexo. Use experiencias de su propia vida: "Cuando 
                      mi mejor amiga tuvo relaciones sexuales en la escuela 
                      secundaria y su novio la dejó, ella se sintió usada, como 
                      si ella no importaba".
 
 Siéntase con la libertad para rehusarse a responder a 
                      las preguntas sobre su propia conducta tal como "¿Tú y 
                      mamá (o papá) estaban casados cuando tuvieron relaciones 
                      sexuales por primera vez?" Usted decide cuánto desea 
                      compartir.
 
 Cada año, conforme crecen los hijos, uno tiene menos 
                      control sobre ellos. Lo más inteligente, aconseja Huberman, 
                      es afirmar, "Algún día esta será tu decisión. Yo sólo 
                      quiero decirte que espero que tu primera experiencia 
                      sexual sea una relación amorosa y honesta". Esté al tanto 
                      de dónde va su hijo/a y qué sucede entre sus amigos. 
                      Manténgase involucrado en la vida de su hijo/a, dice 
                      Haffner. Eso incluye desde lo que bebe, las drogas y otros 
                      temas así como el sexo, agrega.
 
 Arme a su hija, no sólo a su hijo, con protección, 
                        exhorta Barbara Kemp Huberman, RN, BSN, Med, Directora 
                        de Capacitación y Educación sobre la Sexualidad en 
                        "Advocates for Youth" en Washington, DC. Recuérdele a su 
                        hijo/a que la protección contra el embarazo y la 
                        infección VIH es exitosa si se hace correctamente todas 
                        las veces. "Afortunadamente, los jóvenes nos dicen que 
                        están usando condones o que no están teniendo relaciones 
                        sexuales porque no quieren contagiarse de HIV", dice 
                        ella.
 
 "Proporcionarle condones a los hijos es una decisión 
                        muy personal", nota Debra W. Haffner, MPH, Presidente y 
                        Jefe del Consejo de Información y Educación sobre la 
                        Sexualidad de Estados Unidos en la ciudad de Nueva York, 
                        y la renuencia está bien. Si tienen suficiente edad para 
                        tener relaciones sexuales, señala ella, tienen 
                        suficiente edad para ir a una farmacia. Pero lo 
                        importante es hablar sobre ello.
 
 "Mi hijo nunca..."
 
 Casi la mitad (49%) de los estudiantes de secundaria 
                      tienen relaciones sexuales y más de la mitad (58%) de ese 
                      grupo no usa anticonceptivos con regularidad. Aunque las 
                      tasas de embarazos en adolescentes se están reduciendo, un 
                      millón de adolescentes aún quedan embarazadas cada año. 
                      Casi todos esos embarazos (95%) no son intencionales y 
                      casi un tercio de los mismos terminan en aborto.
 
 El doctor Brotzman ve a muchas niñas en su consultorio 
                      quienes quedan embarazadas entre los 13 y 15 años de edad. 
                      "Asumir que nada está sucediendo porque uno no habla de 
                      ello no es una buena deducción. Es lo más lejos de la 
                      verdad", advierte Brotzman.
 
 "Si su hijo/a sale con alguien, existe una buena 
                      probabilidad que él o ella tiene relaciones sexuales", 
                      agrega Haffner. "Es hora de conversar sobre los 
                      anticonceptivos si es que aún no lo ha hecho" (consulte 
                      "Emergency Contraception"—Anticonceptivos de emergencia). 
                      Si un adolescente está saliendo con la misma persona por 
                      un buen tiempo, empieza una conversación sobre las 
                      relaciones, sugiere Huberman—algo como esto: "Sé que no 
                      quieres escuchar esto pero hazme el favor. No creo que sea 
                      adecuado ni sano que tengas relaciones sexuales ahora. Si 
                      las tienes, no tienes el derecho de arriesgarte ni de 
                      poner en riesgo a tu pareja de quedar embarazada o 
                      contraer una enfermedad." Los hombres no deben asumir que 
                      las mujeres están tomando la píldora; las mujeres no deben 
                      asumir que sus novios usarán condones.
 
 ¿Los hombres no cambiarán?
 
 Nuestra sociedad envía el mensaje que las relaciones 
                      sexuales promiscuas están bien para los hombres. Asegúrese 
                      que su hijo sepa claramente que no lo es. "Los jóvenes 
                      quieren una conexión con alguien que los quiere", dice 
                      Huberman. Enséñeles que deben mantener las relaciones 
                      sexuales en un marco de cariño y que se protejan ellos y a 
                      sus parejas con condones. Estas afirmaciones "tienen mucho 
                      peso cuando los padres, y no otra persona, se los dice".
 
 A dónde ir para encontrar ayuda
 
 Mantenga uno o dos libros de edad adecuada sobre el 
                      sexo, a mano. Léalos primero para asegurarse de estar de 
                      acuerdo con su filosofía. Los niños mayores generalmente 
                      prefieren sitios de Internet y vídeos. Asegúrese de ver 
                      éstos antes de que lo hagan sus hijos.
 
 En la mayoría de estados se ofrecen clases de educación 
                      sexual en la escuela, pero las lecciones varían 
                      enormemente. Descubra si el currículo que se enseña en la 
                      escuela de su hijo concuerda con los valores de su familia. 
                      "Las escuelas son buenas para enseñar sobre el cuidado con 
                      las relaciones sexuales, pero no son tan buenas para 
                      ayudar a los niños y niñas a hacer elecciones", dice la 
                      Dra. Johnson. "La enseñanza sobre la moral es tarea de los 
                      padres".
 
 Visite la biblioteca de su institución religiosa para 
                      buscar orientación sobre la sexualidad. La escuela de su 
                      comunidad ofrece clases para los padres que están luchando 
                      por ayudar a sus hijos a aprender sobre la sexualidad. O, 
                      busque ayuda en el YMCA / YWCA, el psicólogo del colegio, 
                      asesor de orientación o un
 
 El médico de la familia es otra buena fuente. Si sus 
                      morales sobre el sexo se equiparan a las suyas, su hijo/a 
                      siempre tendrá un guía de buenos conocimientos para 
                      obtener información y ayuda. Cuando los pacientes jóvenes 
                      vistan a la Dra. Johnson para obtener pastillas 
                      anticonceptivas, ella les dice "creo que tu madre te 
                      apoyaría así que habla con ella".
 
 Los adolescentes muchas veces buscan a otros adultos, 
                      que no sean sus padres, para discutir asuntos sensibles 
                      como el sexo. No se sienta rechazad, aconseja Huberman. En 
                      vez, aliente a su adolescente que hable con esas personas. 
                      La renuencia de los jóvenes de confiar en sus padres tiene 
                      menos que ver con el temor que con manchar la imagen que 
                      mamá o papá tienen de ellos.
 
 Vale la pena repetir.
 
 Nunca es demasiado tarde para abrir la puerta de la 
                      comunicación. "Si aún no ha hablado con sus hijos sobre 
                      estos temas", aconseja Huberman, "empiece hoy". Un secreto 
                      para el éxito de la educación sexual en casa: "Repita, 
                      repita, repita", dice Huberman. Los niños ignoran lo que 
                      no pueden absorber en ese momento y uno no puede esperar 
                      que lo que les dijo cuando tenían 6 o 7 se quede allí en 
                      el momento de pasión a los 16 años de edad.
 
 "La educación sexual es un proceso de toda la vida", 
                      observa Huberman. "Uno nunca puede dar demasiada 
                      información si uno es honesto y si todo proviene del 
                      corazón."
 
 FUENTE: 
                      awarefoundation.org
   |