Estas historias son comunes. El hecho es que familias,
amigos y profesionales del cuidado de la salud a
menudo pasan por alto sus inquietudes acerca de los
hábitos de los ancianos respecto a las bebidas
alcohólicas. En ocasiones, los problemas con el uso
del alcohol en los ancianos se interpretan
erróneamente considerándolas como otras condiciones
que vienen con la edad. Pero el alcohol merece
atención especial, debido a que el proceso de
envejecimiento afecta la forma en la que el cuerpo
tolera el alcohol. La misma cantidad de licor puede
tener un mayor efecto a medida que la persona
envejece. Con el tiempo, alguien cuyos hábitos con el
consumo de alcohol no han cambiado, puede descubrir
que tiene un problema.
Algunos hechos acerca del alcohol y el
envejecimiento
Algunos estudios han demostrado que a medida que la
gente envejece, se vuelve más sensible a los efectos
del alcohol. Es decir, la misma cantidad de alcohol
puede tener un efecto más fuerte en una persona mayor
que en otra más joven.
Algunos riesgos de tipo médico, como la tensión
arterial alta, las úlceras y la diabetes, pueden
empeorar con el consumo de alcohol.
Algunas medicinas tanto las recetadas como los que se venden sin
receta pueden ser peligrosos o aún mortales al mezclarse con
el alcohol. Esto constituye un asunto de especial preocupación
en la gente de mayor edad, porque la persona promedio de más
de 65 años de edad toma al menos dos medicamentos al día.
He aquí algunos ejemplos:
La aspirina puede causar hemorragias en el estómago y
en los intestinos. Si usted
toma aspirina mientras ingiere
alcohol, aumenta el riesgo de sufrir una hemorragia.
Las medicinas para la gripa y las alergias (los
antihistamínicos) a menudo
le producen sueño a la
gente. Cuando el alcohol se combina con esas
medicinas,
puede hacer que la somnolencia empeore y
que el conducir un vehículo sea aún
más peligroso.
El alcohol utilizado con grandes dosis de acetaminofen
para calmar el dolor puede
aumentar el riesgo de
afecciones al hígado.
Si usted está tomando medicinas que requieran receta
médica o no, consúltele a su
médico o a su
farmacéutico si puede ingerir alcohol sin que corra
ningún riesgo.
Efectos del alcohol
Aún un trago muy pequeño de alcohol puede perjudicar
el juicio, la coordinación y el tiempo de reacción.
Puede aumentar el riesgo de sufrir accidentes en el
hogar y en el trabajo, incluyendo caídas y fracturas
de la cadera. También contribuye a un mayor riesgo de
sufrir accidentes con vehículos automotores — un
problema particularmente importante,
debido a que cerca de un 10% de los conductores de
este país tienen más de 65 de edad.
Con el tiempo, el beber en exceso también puede causar
ciertos cánceres, cirrosis del hígado, perturbaciones
del sistema inmunológico y daños cerebrales. El
alcohol puede hacer que algunos problemas médicos sean
difíciles de descubrir y tratar por parte de los
médicos.
Por ejemplo, el alcohol causa cambios en el corazón y
en los vasos sanguíneos. Estos cambios pueden disipar
un dolor que pudiera ser una señal de advertencia de
un ataque al corazón. La bebida también puede hacer
que las personas mayores se vuelvan olvidadizas y se
confundan. Estos síntomas se pueden interpretar
erróneamente como signos de la enfermedad de Alzheimer.
Por ejemplo, en el caso de los diabéticos, la bebida
afecta los niveles de azúcar en la sangre. Las úlceras
también pueden empeorar con el consumo de alcohol.
La gente que toma más de una pequeña cantidad de
alcohol también se puede estar arriesgando a tener
conflictos graves con la familia, los amigos y sus
compañeros de trabajo. Entre más alcohol ingieran,
mayor será la posibilidad de llegar a tener problemas
en el hogar, el trabajo, con los amigos y aún con
extraños.
Cómo saber si alguien tiene un problema de consumo de
alcohol?
Hay dos tipos de bebedores con problemas: los de
comienzo temprano y los de comienzo tardío. Algunas
personas han sido grandes bebedores durante muchos
años pero, así como en el caso del tío abuelo Jorge,
con el tiempo la misma cantidad de licor les afecta
mucho más. Otras personas, como la abuela Betty,
desarrollan un problema con el alcohol al llegar a la
vejez. En ocasiones, esto se debe a cambios
fundamentales en su vida, como los relacionados con el
empleo, problemas de salud, o la muerte de amigos o
seres queridos. A menudo estos cambios de vida pueden
ocasionar soledad, aburrimiento, ansiedad y depresión.
De hecho, la depresión en los adultos de mayor edad, a
menudo conlleva el mal uso del alcohol. Al comienzo,
un trago parece aliviar las situaciones estresantes.
Más adelante, el beber puede empezar a causar
problemas.
No todos los que toman con regularidad tienen
problemas de consumo de alcohol y no todos los
bebedores con problemas toman todos los días. Es
posible que usted quiera buscar ayuda sea para usted o
para un ser querido, si:
Toma para calmar sus nervios, olvidar sus penas o
disminuir la depresión.
Pierde el interés en la comida.
Bebe un trago trás otro.
Con frecuencia toma más de tres tragos en un solo día
(Una bebida estándar
equivale a una botella de 12-onzas,
o una lata de cerveza, o vino con bajo
contenido de alcohol, una copa de vino de 5-onzas, o una bebida de
1.5 onzas con
80% de concentración).
Miente o intenta ocultar sus hábitos con bebidas
alcohólicas.
Bebe solo.
Se hace daño o le causa daño a otra persona al beber.
Se embriagó más de tres o cuatro veces el año pasado.
Requiere más alcohol para sentirse “bien”.
Se siente irritado, resentido, o irrazonable cuando no
toma.
Tiene preocupaciones médicas, sociales o financieras
causadas por el alcohol.
Cómo obtener ayuda
Los estudios indican que las personas mayores que
tienen problemas de consumo de alcohol tienen la misma
oportunidad de beneficiarse del tratamiento como la
tienen los jóvenes que abusan del alcohol. Para
obtener ayuda, hable con su médico. Él/ella pueden
asesorarle acerca de su salud, su problema con la
bebida y las opciones de tratamiento. Sus entidades
locales de salud o agencias de servicios sociales
también pueden ayudarle.
Hay muchos tipos de tratamientos disponibles. Algunos,
como los programas de ayuda en 12 pasos, han existido
durante mucho tiempo. Otros incluyen eliminar el
alcohol del cuerpo (detoxificación); tomar medicinas
recetadas para prevenir el volver a tomar, una vez que
se ha dejado el alcohol, y la consejería individual o
en grupo. Los programas más nuevos le enseñan a la
gente que tiene problemas de consumo de alcohol a
identificar cuáles situaciones o sentimientos suscitan
el deseo de tomar, así como diversas maneras de
arreglárselas sin el alcohol. Debido a que el apoyo de
los miembros de la familia es importante, muchos
programas también asesoran a parejas casadas y
familiares como parte del proceso del tratamiento.
Dichos programas también pueden vincular a las
personas con recursos importantes dentro de la
comunidad.
Los científicos continúan estudiando los efectos del
alcohol en las personas y buscando nuevas maneras de
tratar el alcoholismo. Esta investigación aumentará la
posibilidad de recuperarse y mejorará las vidas de los
bebedores con problemas.
El Instituto
Nacional para el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, parte
de los Institutos Nacionales de la Salud, recomienda que
la gente de más de 65 años de edad que decide tomar,
solamente beba un trago al día. El tomar a este nivel
generalmente no se asocia con riesgos para la salud.
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Recursos en EEUU:
National Drug and Treatment Referral Routing
Service
Servicio Nacional de Canalización de Remisiones para
Tratamientos y Drogas
National Clearinghouse for Alcohol and Drug
Information
Banco Nacional de Información para el Alcohol y las
Drogas
Substance Abuse and Mental Health Services
Administration
Administración de Servicios de Salud Mental y
Abuso de Sustancias
Teléfono: 1-800-662-HELP (4357)
(llamada gratis)
Correo electrónico: info@samsa.gov
Página Web:
http://store.samhsa.gov/espanol
The National Institute on Alcohol Abuse and
Alcoholism
(NIAAA)
Instituto Nacional para el Abuso del Alcohol y el
Alcoholismo
6000 Executive Boulevard
Bethesda, MD 20892-7003
Teléfono: 301-443-3860
Página Web:
http://www.niaaa.nih.gov
Alcoholics Anonymous
(AA)
Alcohólicos Anónimos
Grand Central Station
P.O. Box 459
New York, NY 10163
Teléfono: 212-870-3400
Página Web:
http://www.aa.org
National Council on Alcoholism and Drug Dependence,
Inc.
(NCADD)
Consejo Nacional para el Alcoholismo y la
Dependencia de las Drogas, Inc.
20 Exchange Place, Suite 2902
New York, NY 10005
Teléfono de línea de ayuda:
1-800-NCA-CALL (llamada gratis)
Fax: 212-269-7510
Correo electrónico: national@ncadd.org
Página Web:
http://www.ncadd.org
Comuníquese con el National Institute on Aging
(NIA)
Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento para una
amplia gama de recursos sobre la salud y el
envejecimiento.
Centro de Información
P.O. Box 8057
Gaithersburg, MD 20898-8057
Teléfono: 1-800-222-2225
(llamada gratis)
TTY: 1-800-222-4225
Correo electrónico: niainfo@jbs1.com
Página Web:
http://www.nia.nih.gov
Fuente:
nia.nih.gov - Ver También en
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